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El gobierno anunció el fin de la campaña antártica


21/05/2013

Aunque todavía falta realizar unos 40 vuelos a Marambio por medio de un Hércules del Uruguay, el Ministro Puricelli anunció que la campaña de verano más larga de la historia ha concluido...

El Ministro de Defensa posando como piloto

Comunicado oficial Info de Prensa Nº 49/13

El pasado 18 de mayo se ha completado la entrega total de las cargas generales y víveres para todas las bases antárticas argentinas, restando completar el aprovisionamiento de una parte del combustible para la base Marambio, que tiene en la actualidad de autonomía hasta finales de septiembre -sin ningún tipo de restricción en el consumo- y cuyo abastecimiento ya se encuentra planificado.

De esta forma, la Campaña Antártica 2012/2013 ha garantizado el normal desempeño de las seis bases permanentes y siete transitorias que la Argentina tiene en el continente blanco. Al momento del reaprovisionamiento las estaciones contaban con más de tres meses de autonomía promedio para funcionar, sin que ninguna base haya presentado una situación crítica de abastecimiento.
Además se relevó a la totalidad del personal militar de las bases permanentes, como así también se brindó el apoyo logístico necesario a las tareas científicas que se llevan a cabo en las temporarias.

Al igual que en las últimas cinco campañas, como consecuencia de no contar con el rompehielos Almirante Irízar, hubo de recurrirse al alquiler de medios para cumplimentar el abastecimiento de las bases antárticas. Dicha contratación se realizó a través de Licitación Pública Internacional a la cuál se presentaron dos empresas, recayendo la adjudicación en la que cotizó menor precio.

El desarrollo de la campaña se vio afectado por las especiales condiciones de glaciación que se presentaron en este año -en particular respecto de las Islas Orcadas-, las naturales condiciones meteorológicas y roturas imprevistas que se presentaron en los medios contratados, como así también demoras logísticas injustificables de exclusiva responsabilidad de la empresa adjudicataria, las que serán debidamente penalizadas de conformidad a los términos del contrato, y que determinaron la finalización de la Campaña en un plazo mayor de lo previsto.

En lo que respecta al combustible pendiente de entrega a la base Marambio, dado que la misma cuenta con pista de aterrizaje operable en todo tiempo, con meteorología favorable, se aprovechará las horas de vuelo programadas para el presente año, a fin de cumplimentar los vuelos de abastecimiento de productos frescos en dicha base, para completar el abastecimiento de combustible necesario para el desempeño normal de la misma.

En conclusión, a pesar de los inconvenientes surgidos producto de las complicaciones climatológicas y los incumplimientos de la empresa encargada de la prestación del servicio, el Ministerio de Defensa ha llevado a cabo todos los trabajos necesarios y garantiza el normal desarrollo de las actividades antárticas, las cuales nunca estuvieron en riesgo.

La realidad

El comunicado oficial del Minsterio de Defensa atribuye a condiciones climáticas excepcionales, por las que se vio afectado en gran parte, el reaprovisionamiento de las bases. Ello es porque el buque polar TIMCA no llegó en diciembre ni en enero, momento propicio y adecuado para realizar la campaña. Su arribo a la Antártida fue en marzo, cuando los hielos y los tiempos climáticos comienzan a enlentecer la tarea. Justamente por eso se llama siempre a las campañas antárticas "campañas de verano", porque se realizan entre fines de noviembre y finales de febrero. Este año, llegamos a fines de mayo, y todavía falta abastecer de combustible a la Base Marambio. Jamás había sucedido tal demora en la historia de las campañas argentinas ni mundiales.

Y la demora no se debe a condiciones climáticas, sino a la falta total de previsión y logística. Se contrató un polar y no un rompehielos. La Armada no tiene buques en condiciones para llegar a las bases antárticas. La Fuerza Aérea posee sus aviones rotos o en serios problemas técnicos que les impide llegar a Marambio. Por ello, se ha contratado todo equipo aéreo, marítimo y terrestre a empresas y fuerzas armadas de otra nacionalidad.

Se critica que en Malvinas, la junta militar tuvo una gran falta de previsión y logística. ¿Qué queda para el Ministro y los Altos Mandos entonces, ante una simple campaña antártica que se sabe, se presenta todos los años? Si para la junta hubo enjuiciamiento y hasta pedido de pena de muerte, al menos estos hombres que definen el futuro de la Defensa Nacional, deberían de renunciar a su cargo hoy mismo.

El Ministro de Defensa Puricelli, ni ninguno de los Altos Mandos de las tres Fuerzas, puede responder ni dar explicaciones a este párrafo:

  • ¿Por qué no están en condiciones los Hércules C-130 preparados para aterrizar en Marambio?¿Por qué todavía no se ha reparado al Irízar tras 6 años del incidente?¿Por qué se ha gastado unos 30 millones de dólares, la cifra más alta para una campaña argentina, y pese a ello todavía no se ha terminado de abastecer Marambio?¿ Por qué se debió comprar pasajes a un crucero turístico ruso, para hacer el relevo de la Base San Martín?

Base Marambio: puente aéreo para no congelarse

Ya los buques, por la época del año, a menos que sean rompehielos, no pueden llegar a la Antártida. El único rompehielos que existe al momento en condiciones de operar en el Hemisferio Sur, es uno inglés y no está en condiciones de alquilarse.

Por ello, Argentina se ve obligada a realizar un puente aéreo. El problema es que de los dos únicos Hércules C-130, adaptados para llegar a la Base Marambio, uno está averiado. Y el protocolo de seguridad indica que ambos deben estar en condiciones, para el caso de que el otro presente una situación de emergencia. Siempre debe quedar uno en el continente. Por ello, la solución es destinar presupuesto para arreglar a la "chancha" averiada, y mientras, utilizar el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Uruguaya, como se hizo la semana pasada.

El problema no termina allí. El TIMCA, el buque holandés contratado por el gobierno, al romperse su motor en medio de la península antártica, no pudo completar el abastecimiento de la Base Marambio. Son 1500 barriles de combustible. Cada vuelo de un Hércules, sólo puede transportar 40. Eso nos indica que se necesitan al menos, 38 vuelos para completar el abastecimiento. Históricamente, nuestra Fuerza Aérea no ha podido realizar más de dos o excepcionalmente tres vuelos de esas características a la Antártida, por mes. Si hacemos el cálculo, a ese ritmo, no se podrá abastecer a Marambio para cuando llegue septiembre y se le agoten los recursos de combustible.

Hércules uruguayo en Río Gallegos

Por ello, es necesario que la Fuerza Aérea repare los aviones y les deje en condiciones de realizar la travesía. Y que además, la aeronave uruguaya también realice igual tarea. Entonces, se verá por los cielos patagónicos, un movimiento que no se ve desde la Guerra de Malvinas. Será un trabajo que seguramente los profesionales de la Fuerza Aérea están preparados para llevar a cabo.

Se debe tener en cuenta que a medida que nos acercamos al invierno, la Antártida se va oscureciendo, hasta al punto máximo del invierno en donde ni siquiera sale el Sol. Y los vientos llegan con facilidad a los 70 kilómetros por hora (con máximos de 200). Y las temperaturas, no superan los -15°C. Eso nos da cuenta, que la pista Marambio, no estará operable todos los días.

La travesía y operación de un Hércules en Marambio ronda los 59.000 dólares por vuelo, multiplicado por 38, tenemos más de dos millones de dólares para sumar a la ya abultada campaña antártica.

Si se utiliza un solo avión, el uruguayo, se demorará 12 meses en realizar la operación, a razón de 3 vuelos mensuales. Si se utilizan dos, ya el tiempo se reduce a la mitad, evitando que en septiembre, la Base se quede sin combustible.

¿Cuando se inicia el puente aéreo?

El Timca, luego de reparar otra vez un motor frente a la base Esperanza, debe regresar a Ushuaia, demorando al menos tres días de navegación, y entregar los 1500 barriles al barco Canal Beagle. Esa unidad naval emprenderá entonces viaje a Río Gallegos, donde se descargará el combustible para ser ubicado en el avión Hércules de la Fuerza Aérea del Uruguay. De allí, los tiempos dependerán de las situaciones climáticas, y de las decisiones de los Altos Mandos, que hasta ahora nos han llevado al pueblo argentino, a un fracaso tras otro. “Si poníamos la carga en una botella lanzada al mar, es probable que nos fuera a ir mejor”.

Por ende, no será hasta junio que empezaremos a ver el puente aéreo. Si contamos seis meses (suponiendo la utilización de otra aeronave), para diciembre, cuando se inicie la próxima campaña antártica, se habrá finalizado con la anterior.

 

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