El crucero turístico Seabourn Sojourn no puede desembarcar ni zarpar, dado que los trabajadores portuarios le han retirado las tareas del remolcador, por haber incumplido con la ley Gaucho Rivero y haber ido a Malvinas pese a la prohibición legal...

• Síntesis. El crucero inglés pese haberse comprometido a no ir a Malvinas, cumpliendo la ley Rivero y el decreto del Ejecutivo 256/10 (declaración jurada a Prefectura) estuvo en las Islas el viernes pasado (falseando la información diciendo que iba de Ushuaia a Montevideo). Por ende, el grupo de patriotas protestan y los trabajadores portuarios no le han dado las tareas de remolque, dejandolo varado al buque sin poder zarpar, hasta que se comprometan realmente a no ir más a Malvinas, mientras toque puertos argentinos.

17 horas. Con 700 pasajeros abordo, que ya no pueden desembarcar, el buque de bandera pirata ha sido bloqueado, dada su intención declarada de seguir violando las leyes provinciales de defensa contra el saqueo británico en Malvinas. Sin la tarea del remolcador, no puede zarpar ni desembarcar.

21 horas. No hay señales de maniobra de zarpada. Los 700 pasajero fueron advertidos con volantes escritos en inglés que eran cómplices de la violación de las leyes gaucho rivero y de saqueo de los recursos naturales mediante el uso de la fuerza por parte de los usurpadores británicos de las islas malvinas.

La nave, que trasporta a unos 700 turistas, debía abandonar el puerto de Buenos Aires a las 17, pero la protesta impidió que siguiera su periplo, cuyo destino final es la ciudad de Valparaíso. En diálogo con Infobae, Toni López, vocero de la agrupación Resistencia Malvinas, explicó que personal marítimo se negó a prestar el remolcador que debía sacar el buque a aguas abiertas. “Está bloqueado, como la Fragata Libertad en Ghana”, afirmó.

Fuentes cercanas a la conducción del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) confirmaron la demora, medida gremial que han realizado (tanto en la entrada como salida de puertos argentinos) en varias ocasiones con buques de bandera británica o de conveniencia británica, como es este caso.

Según López, el boicot se mantendrá en tanto el agente marítimo del Seabourn Sojourn no acceda a firmar un compromiso en el que explicite su renuncia a visitar las Islas Malvinas, o bien hasta que la Justicia o la Cancillería intervengan.

En ese contexto, López presentó una denuncia penal para que se investigue la responsabilidad del Canciller Timmerman a raíz de la ocultación de datos por parte del crucero inglés, quien se dirigió a Malvinas igual, pese a la prohibición legal.

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