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Hoy la Iglesia celebra el Jueves Santo. En este día, durante la Última Cena, Jesús instituyó dos sacramentos: La Eucaristía y el Orden Sacerdotal. La Iglesia conmemora este día con una eucaristía especial. En ella, el sacerdote realiza el lavatorio de pies a doce personas quienes representan a los apóstoles. Con esta acción, Jesús nos transmite el mensaje de la caridad. “Cuando dice: Lo mismo que yo hice con ustedes, practiquenlo en favor de los demás”. Por otro lado,también celebramos que Cristo instituyó el Sacramento Sacerdotal e instituyó la Eucaristía, cuando partió el pan durante la última cena y les dijo a los apóstoles : “Hagan esto en memoria mía”. ¿Por qué se visitan siete Iglesias? Meditación y oración El recorrido de las siete iglesias en la noche del Jueves Santo -que en algunos lugares se extiende a la mañana del Viernes Santo- es sin duda una de las tradiciones más comunes de la Semana Santa en toda América Latina. Esta tradición nació en Roma y se ha propagado por el mundo entero. Su iniciador fue San Felipe Neri. La finalidad de estas visitas es agradecer a Jesucristo el don de la Eucaristía y del Sacerdocio que instituyó aquella noche santa y acompañarle en la soledad y sufrimientos en el Huerto de Getsemaní, así como en las afrentas recibidas en las casas de Anás, Caifás, Herodes, Pilato, en el Calvario y en el silencio del sepulcro. En la primera iglesia se recuerda el recorrido de Jesús desde el Cenáculo, en donde celebra la Última Cena con sus discípulos, hasta el huerto de Getsemaní en donde ora y suda sangre. Medita: Serían como las 10 de la noche al llegar Jesús al Huerto de Getsemaní. Su alma se llenó de tristeza, entró en agonía ante la visión de los sufrimientos que se le venían encima y la ingratitud de la humanidad. Oró por espacio de tres horas con lágrimas y sudor de sangre, que en gotas cayó en tierra. Aquí llegó Judas y con un beso lo entregó a quienes vinieron a aprenderle, aunque más bien fue su Amor a ti el que le entregó. Oración: Te compadecemos Jesús,
y te damos gracias por lo que sufriste por nuestra Salvación
en la Oración del Huerto. Nos duele la traición y alevosía
con que fuiste hecho preso. Concédenos fortaleza en nuestros
sufrimientos y danos el don de la oración. En la segunda se medita sobre el paso desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás en donde fue interrogado por este y en donde recibe una bofetada. Medita: Jesús, maniatado como un vulgar malhechor, interrogado por Anás sobre sus discípulos y doctrina, responde con entereza y mansedumbre que pregunte a quienes le han escuchado y que saben bien lo que Él ha dicho y enseñado. Un guardián le dio una bofetada que de seguro lo hizo tambalearse. Oración: Jesús, te compadecemos;
te damos gracias por la injusta humillación que sufriste al ser
abofeteado. Te pedimos que nos ayudes a hablar con verdad, serenidad
y educación y a respetar a nuestros interlocutores. En la tercera iglesia la oración se centra en el paso hasta la casa de Caifás en donde fue escupido y en donde recibe injurias y sufre dolores toda la noche. Medita: Aquí Jesús tiene que oír cómo se tergiversan sus doctrinas. Cómo se aducen falsos testimonios en su contra. Cómo se le reta a proclamar que es Hijo de Dios, pero sin intención de reconocerle. Cómo Pedro niega conocerle. Cómo se le declara reo de muerte. Oración: Jesús, tú eres
la verdad y se amontonan mentiras para callarte. Has dicho: la verdad
los hará libres y tienes que ver cómo la mentira nos esclaviza.
Has dicho: ustedes son mis amigos y con qué facilidad te negamos.
En ti somos hijos de Dios y qué pobreza la de nuestra vida. Te
compadecemos, Jesús, por esas traiciones y te pedimos la gracia
de ser tus testigos valientes, fieles a tu amor. Su primera comparecencia ante Pilatos, el gobernador romano de la región, es el centro de la reflexión en la cuarta iglesia. Allí Jesús fue acusado por los judíos que levantaron falsos testimonios contra él. Medita: Jesús es acusado ante Pilato de malhechor, alborotador del pueblo, que prohíbe pagar el tributo al César y que se proclama rey. Pero Él también anuncia que todo el que es de la verdad escucha su voz. Lo que piden es que sea condenado a muerte. Oración: Jesús, te proclamamos
Cristo Rey, porque eres el único Rey de la Verdad, de la Vida
y del Amor. Te compadecemos por la tristeza que tiene que darte el descaro
con que te calumnian y por la ceguera con que juegan con las palabras
salidas de tu boca. Te pedimos que limpies estos labios y estos corazones
con los que te recibimos, y que nuestras vidas den testimonio de Ti. En la quinta iglesia se acompaña al Señor en su comparecencia ante el rey Herodes, en donde él y sus guardias también lo injurian. Medita: Herodes, curioso, pero sin compromiso, se alegra de ver a Jesús. Espera divertirse viéndole hacer algún milagro. Jesús guarda silencio ante la palabrería con que Herodes le halaga. Al no tener respuesta, le desprecia, se burla de Él, poniéndole una túnica blanca. Oración: Jesús, Sabiduría
del Padre, ahora guardas silencio. Por ti los sencillos y humildes han
visto el poder de Dios y lo han celebrado con gozo grande. Ahora estás
cabizbajo. Te agradecemos la lección que nos das, te compadecemos
por el ultraje que recibes y te pedimos la gracia de hablar y callar
oportunamente. La segunda comparecencia ante Pilatos centra la meditación en la sexta iglesia. En esta oportunidad Jesús es coronado con espinas y es condenado a muerte. Medita: Pilato reconoce que Jesús ni es alborotador ni ha cometido delito alguno de los que le acusan. Como que quiere dejarle libre; pero claudica ante las presiones de los adversarios que han jurado acabar con Jesús porque les resulta incómodo, su conducta y sus enseñanzas chocan con sus intereses. Total: Jesús es condenado a muerte de cruz, flagelado, coronado de espinas. Oración: Jesús, te compadecemos
por las injusticias cometidas en este proceso al que fuiste sometido
y en el que nosotros metimos nuestras manos. Compadecemos en ti a cuantos
por ser fieles a la verdad y a la causa de Dios en sus hijos son tratados
injustamente. Te pedimos la gracia de la piedad divina ante nuestras
injusticias. En la séptima iglesia recordamos el paso de la casa de Pilato hasta el monte calvario llevando la cruz a cuestas hasta la muerte en la cruz y su paso el sepulcro, de donde resucita al tercer día. Medita: Jesús ha muerto en la cruz entre indecibles dolores, burlas, desprecios y abandonado de Dios. La Madre y los amigos que lo han acompañado en estos duros momentos, no han podido hacer nada. Unos amigos lo sepultan piadosamente. Se han cumplido las escrituras. Ahora a esperar el tercer día. Él, el poderoso en obras y palabras, ha dicho que resucitará. Oración: Jesús, te acompañaremos
en el silencio estos días, en la espera de que tu palabra germine
en nuestros corazones y contigo resucitemos hombres y mujeres nuevos
en tu Resurrección. Gracias, Padre Dios, tú siempre has
escuchado a tu Hijo y así, vencedor de su muerte y de la nuestra,
lo has resucitado. Esta última meditación se hace de manera especial y más intensa durante la oración del Vía Crucis, el Viernes Santo. Aporte: Aciprensa Nota relacionada: |
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