Oraciones
Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea Tu Nombre;
venga a nosotros Tu Reino;
hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy;
perdona nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores;
no nos dejes caer en la tentación, más líbranos
del maligno.
Amén.
Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
rogad por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Yo pecador
Yo, pecador me confieso a Dios todopoderoso
a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado san Miguel Arcángel,
al bienaventurado san Juan Bautista,
a los santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los santos, y a vosotros, hermanos,
que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra;
por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa.
Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al
bienaventurado san Miguel Arcángel,
al bienaventurado san Juan Bautista,
a los santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los santos, y a vosotros, hermano,
que roguéis por mí a Dios nuestro Señor.
Amén
Bendita sea tu pureza
Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión.
No me dejes, Madre mía.
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