El grupo de
Suboficiales que se encuentra acampando, nos envía el siguiente
artículo...
Un grupo de Suboficiales llegaron a la ciudad de La Plata el14 de Marzo,
instalaron su campamento frente a la Legislatura y llevan ya 106 días
sin respuesta a su reclamo; pero siguen firmes a pesar del frío
y la indiferencia de los Legisladores de la provincia de Buenos Aires
y del Sr. Gobernador Felipe Sola. Lo contradictorio de todo esto, es
que el Sr. Presidente Néstor Kirchner los reconoce como lo que
son “Héroes de Malvinas” y siendo esta la provincia
que más caídos tiene en aquel conflicto, es la que injustamente
les niega a estos hombres ese derecho.
Su reclamo es más que justo, solo piden se modifiquen los Artículos
l, 3, 11, 13 de la Ley 12006 que los discrimina y solicitan aprueben
la Ley 1323-05-06-0 que lleva la firma del Diputado Sr. Varese Rogelio
Alberto (Frente para la Victoria).
Por este Campamento pasaron estudiantes primarios, secundarios, universitarios,
docentes, artistas, trabajadores, amas de casa, niños, intérpretes
folclóricos, radios, canales de cable, y medios de prensa escrita,
claro esta que de tirada nacional poco y nada al igual que locales.
También algún político; así llego el Diputado
por el Frente para la Victoria y Presidente del Bloque Sr. Gorostiza,
el cual poso para la foto, recibió el presente que le hicieron
nuestros Suboficiales, repartió sonrisas y prometió tratar
la Ley, al igual que el Diputado por el mismo Partido y Vicepresidente
del mismo Sr. Navarro, pero todo fue hasta el momento otra promesa más.
Los que somos asiduos visitantes de este Campamento, ayer con dolor
vimos su bandera a media asta y con crespón negro, nos dirigimos
allí para ver lo que ocurría y nos enteramos que había
fallecido, en Mar del Plata, el Suboficial Principal JUAN CARLOS VILLAVICENCIO,
veterano de Guerra de Malvinas, “Héroe de Malvinas”.
Hace solo quince días lo vimos que era evacuado por sus compañeros
tras sufrir una fuerte descompensación. Partió en silencio,
pero con dignidad, de la misma forma que este puñado de hombres
lleva adelante su lucha, sin bombos, sin palos, sin caras pintadas,
sin rostros tapados, sin violencia; con respeto, con firmeza en la palabra
y en la pluma. Otras ves más nos dan el ejemplo y nos demuestran
el amor a la Patria y la manera de defender y reclamar los derechos
sin molestar ni herir a nadie.
Hoy se fue ese hombre sin los Honores que merecía, claro esta
que quienes debieron hacerlo se asustaron y corrieron o mejor dicho
no les dio la cara para ir al Campamento y enviaron a un “empleado
de la Legislatura” para informarse de lo ocurrido. Querían
saber si se había muerto estando ahí.
Me pregunto, ¿qué diferencia hay?, estuvo aquí,
aquí su salud se fue deteriorando, aquí compartimos muchos
ciudadanos platenses los actos de Malvinas del 2 de Abril, de Junio
y el 25 de Mayo y nos hubiera gustado tenerlo el 20 de Junio y no llorarlo
ayer a 105 días de lucha por un derecho ganado.
Claro para calmar las aguas ayer prometieron, luego del susto tratar
la Ley por la tarde,… pero tan solo fue otra mentira más.
¿Estarán esperando muera uno de estos hombres dentro del
Campamento? ¡Por favor espero que no! La soberbia y desidia política
ya nos dejó sin René Favaloro, no queremos más
dolor.
Vaya para la familia y los seres queridos de JUAN CARLOS VILLAVICENCIO
nuestro más sincero abrazo, nuestro reconocimiento, nuestro pequeño
homenaje y nuestras disculpas por estos indiferentes Legisladores.
Un cariño de todos los platenses y argentinos que a pesar de
todo lo pasado tenemos fuerzas para elevar la voz.
¡Gracias!
El texto siguiente fue dedicado por una estudiante platense un día
que los oyó por la radio, luego se los regalo personalmente y
por escrito en el campamento:
“Quiero saludarlos y felicitarlos públicamente a todos
ustedes porque a pesar de todo supieron salir adelante como aquel bosque
quemado que todos miran y dicen… ¡esta todo negro, no quedo
nada! …, pero no es así; debajo de todas esas cenizas están
firmes las raíces esperando la primavera para resurgir y volver
a luchar con los vientos, que por más fuertes que sean; a lo
sumo, podrán curvarnos pero; cuando los vientos se calmen, ahí
vamos a estar mas fuertes y unidos… porque el error fue de los
hombres, y no de nuestra patria.
Nuestro país, nuestra tierra, no tiene la culpa de acunar a esos
errados hombres. Nosotros como hijos de la patria ayudemos a esos hermanos
antes que estas fuertes y continuas tormentas logren torcerles el tronco…
Este es un simple pensamiento de una persona que se siente orgullosa
de haber nacido en este país.
Muchas gracias a ustedes por haberme enseñado esta lección”
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