Amigo Cali (así
te decimos desde la infancia): Te fuíste en las puertas del Uritorco,
cerca, muy cerca de mi casa, esa que me ayudaste a construír. Cuantos
viajes a Capilla del Monte compartímos! Sólo para ver salir
el Sol en los solsticios o equinoccios, sólo para plantar árboles
en mi campo... Te acordas cuantas cosas compartímos de pibes...
El secundario, el rugby en el cole y en el club, los recitales de Gieco,
de Pappo, del Flaco... El amor por la camiseta (River). Me abríste
tu casa; tu hermano que se fué temprano, tu papá que también
se fué temprano, tu vieja que me quiso como un hijo más,
tu hermana que te bautizó Cali desde chiquita... Siempre me impactó
tu amor por tu mamá, Nelly. Siempre te admiré por eso (
y por varias cosas más).
Hasta que llegó Malvinas, cuando eramos muy pibes. Te acordás
que me anoté de voluntario cuando me enteré que te llevaban
a las Islas... Sin haber hecho el servicio militar, zafé de acompañarte
de prepo. Cuantas cosas compartímos AMIGO ( lo expreso así
porque sos mi único AMIGO; íntimo le decíamos antes
). Hoy no estás fisicamente. Sabés lo que pienso de la
muerte, lo hemos hablado muchas veces. Llegaste a hablar de Puertas...
Hiciste 800 kilómetros para quedarte allá ( o acá),
cerca, muy cerca de mi casa. Gracias Cali, gracias Chiquito... Un fuerte
abrazo, sé que lo sentís. Tu Amigo Guillermo. |
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