En cada acto recordatorio
del 2 de Abril, Carlos Cardoso se alistaba entre los ex combatientes
de Malvinas, por eso fue que llamó la atención de varios
que no asistiera al último.
En 1982, siendo sargento del Ejército, este muchacho entrerriano
estuvo en las islas usurpadas hasta que el estallido de una bomba lo
hirió seriamente en una pierna y fue traído al continente
para restablecerse.
El destino quiso que, ya retirado del Ejército, se afincara
entre nosotros por razones laborales ganando Baradero así una
buena persona que constituyó una familia en nuestro medio.
Desde el 22 de marzo estaba de vacaciones y el 2 de abril no fue al
acto pero sí viajó hasta San Nicolás para visitar
la tumba de sus padres. Al día siguiente, le dijo a su esposa
que se iría su Entre Ríos natal para visitar, en este
caso, otra tumba, la de un amigo a quien una cruel enfermedad se lo
llevara prematuramente de este mundo y al que no había podido
ir a confortar en vida.
Tal como lo había hecho el día anterior, Carlos Cardoso
iba a viajar en su moto, pero la firme oposición de su esposa
lo hizo cambiar de idea por lo que a eso de las 5 de la tarde, tomó
un bolso en el que había puesto dos mudas de ropa y salió
de su casa con rumbo a, se supone, la terminal de ómnibus de
nuestra ciudad. Esa fue, desde entonces, la última vez que su
familia lo vio y, por lo que hasta hoy se conoce, tal vez los últimos
ya que no hay un solo testimonio que permita saber qué pasó
con él luego de esa hora.
En la terminal nadie lo vio, a Entre Ríos, al menos a la zona
que se dirigía, no llegó. En el lugar de trabajo conoce
a muchos transportistas y se creyó que pudo haber viajado con
alguno de ellos que encontrara fortuitamente en su camino hacia la terminal,
pero al ser interrogados esa hipótesis fue dejada de lado ya
que ninguno de ellos lo ha visto.
En la fecha se cumplen 20 días desde que Carlos Cardoso se ausentara
de su domicilio, fácil resulta imaginar la mezcla de incertidumbre
y preocupación que debe estar sufriendo su esposa e hijos, en
cambio difícil es creer que una persona pueda desaparecer de
esa manera, sin dejar un solo rastro, sin que se encuentre nadie que
lo haya visto o sepa de él.
Esperamos que, cuanto antes, Carlos Cardoso sea hallado sano y salvo
y que pueda retornar al hogar donde seguramente mucho lo extrañan
y necesitan.
Nos acercó el dato:
MARCELO BUSNELLI
VGM |