Corrientes (El
Litoral).- Hace casi un año los ex combatientes pusieron en marcha
el proyecto de un centro integral de rehabilitación. La contención
psicológica es un eje esencial y logró un positivo desarrollo
en 2008. Ahora esperan poder avanzar en la iniciativa que demanda mayor
espacio físico.
El proyecto de construcción de un centro integral de rehabilitación
en la Casa del Ex Combatiente de Malvinas cumple un año de haberse
puesto en marcha. En ese lapso la inicial cobró protagonismo
la tarea de un profesional en psicología que promedió
durante 2008 más de 20 casos atendidos por mes, en la contención
de problemas derivados de las secuelas de la guerra y de adicciones.
Las atenciones se realizan en un pequeño consultorio que se habilitó
en unas de las habitaciones de la vivienda de calle Ituzaingó
al 1.200 que fue donada al Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas
de Corrientes, a principios de 2008. ahora esperan poder avanzar en
la iniciativa que demanda mayor espacio físico.
Uno de los principales objetivo de la “Casa Malvinera” es
precisamente brindar apoyo y contención a los ex soldados que
combatieron en las Islas y que sufrieron 26 años de una larga
posguerra de olvido.
Embarcados en esa misión iniciaron las atenciones en el consultorio
a cargo del licenciado Oscar Galeano, “con alguna reticencia como
es común en la materia”, indicó el especialista.
Pero “con el correr de los meses se fueron sumando más
ex combatientes y su núcleo familiar”, destacó.
El tratamiento del estrés postraumático y sus consecuencias
se convirtieron en ejes. Así, durante el primer año “logramos
el objetivo principal que nos trazamos: tratar de concentrar la mayor
cantidad posible de personas afectadas. Incluso logramos salvar vidas
en dos casos de potenciales suicidios”, recordó.
Además, a fines del año pasado “se incorporó
a la labor una psiquiatra que atiende los viernes y con la que se realizamos
un trabajo conjunto”, indicó Galeno.
Hay varias derivaciones de problemas de los ex soldados que se trasladan
a la familia y es por eso que se hace una asistencia grupal, dijo y
acotó: “La contención familiar es lo más
importante cuando entran en tratamiento”.
En este sentido estimó que “el 50 por ciento de los ex
combatientes tiene algún problema con sus familiares”.
Se logra entonces un espacio en el que son escuchados y tratados en
sus problemas, pero también como un lugar de pertenencia.
Es por eso que “el haber iniciado con estas actividades de contención
es importantísimo y ojalá se pueda seguir ejecutando el
proyecto para lograr una atención integral”, acentuó
el profesional.
Enfermera
Además del licenciado Galeano en el la Casa del Ex Combatiente
trabaja Susana Ruiz Díaz, una experimentada enfermera que sumó
sus servicios en la iniciativa. Y comenzó a trabajar un par de
semanas después del 2 de abril, fecha por demás sentida
para los malvineros.
“Acá se trabaja con comodidad en un ambiente de respeto
y amistad”, describió Susana, quien no faltó un
día desde que se incorporó a las atenciones que también
están abiertas a los vecinos. “La idea del Centro es también
servir a la comunidad, sin cobrarles un centavo por la tarea”,
destacó la mujer.
La frase encierra el espíritu de esta iniciativa de los malvineros
para seguir superando los años de olvido.
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