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16/12/08

Los Veteranos de Malvinas de Lanús son siempre solidarios, y antes de fin de año estarán nuevamente como en julio y noviembre pasado junto a otros grupos de ex Combatientes de la Federación Provincial en una campaña de ayuda al “impenetrable” chaqueño. Ya han llevado 13 toneladas de mercaderías no perecederas, ropa y libros, a través de 1.600 kilómetros y arribados a Misión Nueva Pompeya (localidad enclavada en el Noroeste de la provincia del Chaco-corazón del impenetrable) , lograron un objetivo y van por más para asistir a chicos y adultos con serias carencias, dado que antes estaban inundados, hoy soportan la sequía.

Contaron que “se recorrieron 300 kilómetros de caminos de polvo y montes cerrados. La tecnología del GPS brindó su ayuda a los veteranos, quienes sin conocer los inhóspitos parajes los atravesaron en horas nocturnas”. El Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Lanús, integrante de la Federación Provincial, envió a un contingente con su propio vehículo. Fueron Juan Carlos Murguiondo, José Carrizo, José Luis Meira, Horacio Stratta y Miguel Mansilla. Y mediante un camión cedido por otro veterano, se hizo el transporte de toda la ayuda recibida de la comunidad.
Una vez arribados, se comenzó a realizar los viajes hacia los montes donde residen las familias más pobres de las comunidades aborígenes Wichis y Tobas, aunque también en algunos casos integradas por criollos.
En un comunicado, señalaron que “los veteranos han vivido durante 1982 una experiencia con toda la ayuda que el pueblo argentino les envió, pero nunca la recibieron. Y por ello se decidió que esta ayuda debía llegar directamente a las manos de quienes la necesitan. Esto estaba muy claro desde que se iniciaron los viajes”.
En tanto, los Veteranos de Lanús tuvieron la iniciativa de apadrinar un Jardín de Infantes, que aún no tenía nombre y que se había creado en el Paraje Laguna de Araujo, bajo la dirección de la EEGB Nº 1046 cuya responsable es Mónica Orellano. Esa iniciativa, fue bienvenida por la comunidad Wichi, a tal punto que decidieron en una reunión con el cacique y los referentes que el nombre sería “Veteranos de Malvinas de Lanús”.

A partir de allí, comenzaba un nuevo desafío. La construcción de las instalaciones del jardín, que hasta hoy funciona en un anexo prestado por la comunidad. Inmediatamente al regreso, inscribieron al Centro de Veteranos de Guerra de Lanús, en APAER (Asociación Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales), y firmaron un convenio con la fundación FUNDAQOM, que trabaja en la zona del impenetrable, brindando ayuda a las comunidades. Asimismo se hicieron gestiones con la Empresa de Energía del Chaco, para que la escuela y la comunidad del lugar puedan contar con luz eléctrica.

Estar cerca

En noviembre mediante otro viaje, los veteranos concretaron esas acciones, y llevaron desde escuelas de Lanús, clubes y vecinos, pequeños presentes (cartitas de los alumnos, camisetas de fútbol, pelotas de fútbol, voley y basquet), que “buscaron acercar aún más a esos hermanos argentinos, que al igual que los veteranos durante y después de 1982, hacen patria en lugares tan olvidados”, dijeron.
En ese viaje se pudo conversar sobre la posibilidad de construir un polideportivo y una plaza en las tierras pertenecientes a la reserva aborigen Wichi de Laguna Araujo. Si bien ese es el nombre criollo del lugar, en la cultura aborigen se denomina “Kastak Lhiley”, en relación a una leyenda que rememora a un cacique que salvo a la tribu de una hambruna intercambiando peces por caballos.