El psicólogo
Alberto Dupen, especialista en estrés pos traumático,
regresó a la ciudad para atender durante dos días a los
veteranos fueguinos y sus familias, invitado por el PAMI y el Centro
de excombatientes Malvinas Argentinas. «Hay una regla básica
que dice que lo que no se habla se hace síntoma», dijo.
RIO GRANDE.- Las órdenes militares para que no hablaran, el
olvido social y la dificultad para conseguir trabajo trajeron serias
consecuencias en los héroes de Malvinas. El psicólogo
Alberto Hugo Dupen, especialista en estrés pos traumático,
regresó a Río Grande y aseguró que: «Con
los años se están viendo los resultados de tantos años
de silencio».
Los veteranos reconocen los síntomas pero dicen que no han tenido
ningún apoyo psicológico, a excepción de las charlas
con Alberto Dupen, quien desde hace 17 años ha tratado a cientos
de excombatientes y sus grupos familiares en todo el país de
manera gratuita.
En la última semana regresó a Río Grande invitado
por el PAMI y el Centro de excombatientes «Malvinas Argentinas».
Para el especialista sin dudas es positivo que los veteranos hayan comenzado
a hablar en los últimos años.
«Hay una regla básica que dice: lo que no se habla se hace
síntoma. Cuando los veteranos de guerra llegaron de Malvinas
hubo una orden que se les dio de no hablar, y ese silencio se dio desde
el punto de vista del tema militar, pero no se previno este aspecto
por falta de experiencia. Mucha gente no habló y lamentablemente
ha tenido que pagar hasta con su vida porque lo que no se habla lo manifiesta
a través de pesadillas y del empobrecimiento de su calidad de
vida», sumó.
Las consecuencias son muchas: las personas no pueden reinsertarse en
el medio social y pueden tener dificultades a nivel laboral, a nivel
de las relaciones humanas y en el vínculo familiar. «Por
eso en las familias de los veteranos de guerra es muy frecuente ver
violencia familiar porque lamentablemente al no hablar, cuando se exteriorizan
lo hacen de forma impulsiva, y después si bien hay reparaciones,
es el núcleo familiar el que atesora este tipo de cosas»,
explicó Dupen.
Dupen reconoce que hace falta más apoyo del Estado, ya que el
trastorno del estres post traumático es uno de los más
difíciles de abordar terapéuticamente.
«Se necesita tener mucha experiencia para poder trabajar, por
ese motivo es necesario que los profesionales trabajen interdisciplinariamente.
En el caso de un psicólogo puede hacer el abordaje terapéutico,
pero a veces son necesarios psicofármacos y el apoyo de otro
tipo de profesionales, porque muchos, al no tener información
fueron cayendo en el alcohol, en la automedicación o en la droga
y lamentablemente se fue haciendo algo normal el automedicarse, y esto
tiene efectos secundarios y hoy están pagando las consecuencias»,
dijo Dupen.
Números
Una encuesta realizada por el PAMI entre 200 veteranos de Buenos Aires
reveló que el 39,1 por ciento de los integrantes de este grupo
social intentó quitarse la vida al menos en una oportunidad,
que el 65,2 pensó alguna vez que sería mejor estar muerto
y que el 69,5 recuerda con mucha intensidad los hechos que vivió
en Malvinas.
Entonces, la idea del suicidio aparece como una de las principales patologías
por tratar, y las situaciones que lo favorecen, como los estados depresivos
y las adicciones, son los objetivos a los que apuntan las terapias.
«Mucha gente no habló y lamentablemente ha tenido que
pagar hasta con su vida porque lo que no se habla lo manifiesta a través
de pesadillas y del empobrecimiento de su calidad de vida», dice
el doctor Alberto Dupen, especialista en estrés pos traumático.
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