Nació
en 1983 para agrupar a veteranos de guerra y mejorar sus vidas y la
de sus familias. Hoy está abocado a la tarea social. Una carrera
informática es manejada por los ex soldados. A 25 años
de la gesta.
El único centro de veteranos de guerra de la provincia que posee
nombre en guaraní está en Monte Caseros. Avá Ñaró
es el lugar creado por Carlos Enriori en 1983 para conseguir mejoras
para los ex combatientes y sus familias. Su significado es para algunos
“hombre bravo”, mientras que para otros el significado es
“indio bravo”, según la traducción que aplican.
La bravura no entra en dudas y, por si fuera necesario, es remarcada
a diario por la energía con que estos hombres llevan a término
cada proyecto que encaran.
Pablo Córdoba, secretario del Centro y también del Tiro
–institución en la que el Centro de Veteranos trabaja para
recuperarla– explicó que tras consolidarse estos primeros
objetivos sociales, los veteranos se abocaron a lo que consideran una
de sus mayores obligaciones: “Trabajar en tareas de acción
comunitaria y conjunta en beneficio de la sociedad montecasereña
y correntina, para devolverle a ésta sus gestos de solidaridad
con los soldados”.
Hace años, el centro es una presencia que permanentemente está
tendiendo su mano. De este modo, el centro se distingue por su trabajo
con y para las distintas asociaciones e instituciones locales y el municipio.
La entrega de elementos didácticos y de diferentes tipos de insumos
para escuelas urbanas y rurales y también a asociaciones intermedias
de Monte Caseros es habitual. Es común también observar
su colaboración con el hospital y los dispensarios barriales.
En su sede, ubicada en Vicente Mendieta y Buenos Aires, ha montado un
Centro de Tecnología, que cuenta con siete equipos informáticos
de última generación que, por una cuota de tan sólo
$10 mensuales, se abre a toda la comunidad para brindar capacitación.
Operador de PC e Internet es el título que reciben las personas
que egresan del centro. Lo recaudado por los veteranos por este concepto
es utilizado para pagar los sueldos de los tres profesores contratados
a tal efecto.
Avá Ñaró cuenta con una camioneta F 100 con capacidad
para nueve personas que durante todo el ciclo lectivo 2006 se ocupó
del traslado de los niños discapacitados, uniendo sus hogares
con la Escuela Especial Nº 8, en dos recorridos por la mañana
y dos por la tarde, aliviando la tarea de los padres y solucionando
muchos de sus inconvenientes para enviarlos a la escuela.
Recientemente, la Agrupación 2 de Abril, conformada por unos
quince jóvenes se presentó ante ellos “con objetivos
claros, firmes, muy difíciles de encontrar a sus edades, dirigidos
a aliviar diferentes problemáticas en Monte Caseros”, señaló
Córdoba, quien indicó que todo el apoyo institucional,
humano y técnico del Centro de Veteranos ha sido puesto a disposición
de estos jóvenes de entre 16 y 18 años, que sorprendieron
con sus inquietudes sociales.
Cincuenta y siete socios activos colaboran con el aporte de una cuota
societaria al sostenimiento del accionar del centro. Córdoba
señaló que “el veterano no debe olvidar que todos
los beneficios que tenemos actualmente a nivel provincial o nacional
provienen de rentas generales y el aporte de los trabajadores que durante
todo el año trabajan en beneficio del crecimiento de nuestro
país. Debemos realizar una devolución del gesto a esas
personas que colaboran con su esfuerzo diario”.
Sin embargo, Córdoba considera que no todos los veteranos cobran
conciencia al respecto. Por ello realizó “un severo llamado
de atención a los veteranos que cobran pensiones nacionales y
provinciales, y beneficios sociales y no pagan impuestos ni algunos
servicios. Deben salir y trabajar en beneficio de la comunidad que hoy
atraviesa momentos difíciles”.
El Centro trabaja de forma constante en la reparación histórica
de lo ocurrido en 1982. Desde allí también se colabora
e interviene de manera constante a nivel nacional, provincial y departamental
para la elaboración de leyes u ordenanzas para los veteranos
que sobrevivieron y para los familiares de los caídos en Malvinas
y en la posguerra. “Tras el conflicto armado, 460 soldados se
mataron y es necesario recordar a esas familias que padecen terribles
necesidades”, explicó el veterano, 25 años después
de la guerra. |
|