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14/10/2009

INVESTIGADOR DE LA GUERRA DE MALVINAS EXPUSO ANTE DOCENTES Y ALUMNOS

Federico Lorenz, coordinador del programa “Educación y Memoria” del Ministerio de Educación de la Nación y autor de numerosas obras vinculadas con esa temática, estuvo el pasado viernes 9 en la Biblioteca Popular “Soldado Caído Simón Antieco” que funciona en el Centro de Veteranos de Guerra de Rawson – Chubut.

El visitante integró el conjunto de especialistas que expusieron o dirigieron diferentes talleres ante docentes de todo el Chubut durante el 5to. Congreso Provincial de Educación, que se llevó a cabo en la ciudad capital

El investigador habló ante un grupo de docentes y alumnos de la Escuela N° 729 e interesados en general y fue presentado por el titular del Centro de Veteranos de Guerra de Rawson, Oscar Vidal, y por el lic. Rodrigo Gómez, quien ha promovido últimamente la realización del Seminario de Formación Docente “Enseñar Malvinas para entender la Nación”, con el aval del Ministerio de Educación de la provincia.

En el marco del Congreso Provincial de Educación, Lorenz habló también en el Centro Cultural “José Hernández” sobre “Pensar Malvinas. Desafíos y Posibilidades de su enseñanza en vísperas del bicentenario” y presentó material bibliográfico, junto a la lic. Cecilia Flachsland, con propuestas de preguntas, actividades y recursos para docentes que trabajen con sus alumnos el tema de la guerra de Malvinas.

Federico Lorenz es licenciado en historia por la Universidad de Luján. Es autor de Las guerras por Malvinas, Los zapatos de Carlito y Una historia de los trabajadores navales de Tigre en la década del setenta; coeditor de La escuela elabora el pasado, Historia, memoria y fuentes orales y coautor de Cruces, Idas y vueltas en Malvinas. El año pasado publicó “Fantasmas de Malvinas. Un libro de viajes”, fruto de su traslado y permanencia a las islas.

Ejercicio crítico

El expositor habló de la complejidad de trabajar con la memoria en la cuestión Malvinas por ser “una historia propia, reciente y con protagonistas cercanos” y propuso un abordaje del tema como “un ejercicio crítico” que permita reflexionar acerca del modo en el que nuestra sociedad se relaciona con sus jóvenes.

Malvinas “es un fenómeno nacional y federal y no es indiferente en ningún lugar de Argentina”, señaló, aunque consideró indispensable “entenderlo desde el lugar donde se está”, por los diferentes sentidos que adquiere en el conjunto de zonas geográficas del país.

Volver a un lugar desconocido

Lorenz contó también sus impresiones acerca de un viaje realizado en 2007 a las Malvinas. “Iba con la idea de que uno puede volver a un lugar que no conoce. Nunca había estado. Solo lo conocía por investigar el tema y el primer impacto fue ver en color muchas fotografías que había visto en blanco y negro, en los diarios y en la revistas. Ese fue el primer impacto. La localidad no ha cambiado mucho frente a las fotos que uno veía”.

“Es muy chocante la similitud que tiene con el territorio de la Patagonia continental. Y digo chocante porque Malvinas está muy cerca pero, a la vez, está muy lejos. Es parte del territorio, es parte de los sentimientos, es parte de la historia pero, en la práctica, está muy lejos. Y sin embargo uno caminaba por ahí y veía muchísimas similitudes con paisajes fueguinos”.

“Claro que Malvinas es parte de la provincia de Tierra del Fuego pero yo no tenía esa construcción en la cabeza. Cada uno se arma su propia Malvinas. La cuestión es ir por allá y enterarse justamente la cantidad de vínculos que había entre las islas y el continente antes de la guerra. Es muy llamativo”.

Historias comunes

“A mí en la escuela me enseñaron a Malvinas como vacías. Era fundamentalmente el territorio. Y hay una cosa sorprendente y que hay que trabajar y es que Malvinas y el continente tienen una historia común que va mucho más allá de la guerra y que era muy fuerte. Había vínculos que iban desde familias hasta intercambios comerciales. La guerra los pasó a un segundísimo plano. Pero esa es una base común de reclamo o de pertenencia”.

Lorenz se refirió también al impacto personal que le produjo la visita al cementerio (de Darwin), “tan chiquito y tan grande a la vez, en un lugar muy aislado, en medio de un paisaje desolado”, donde se encuentran los caídos argentinos.

“Es un lugar para replegarse muy dentro de uno mismo y pensar. Para cualquier argentino debería allí estar la introspección acerca de la responsabilidad y el grado de compromiso con todas estas cuestiones”, agregó.

Honra y agradecimiento

Lorenz consideró también que “probablemente una de las cosas por las que más agradecidos tengamos que estar con los que murieron o fueron a Malvinas sea la consecuencia de que la guerra del 82 produjo la aceleración del proceso de recuperación de la democracia”.

“Los que fueron a Malvinas no buscaban acelerar el fin de la dictadura. Este es elemento más de agradecimiento y honra pendientes. Fue un sacrificio no buscado pero del cual nos beneficiamos hoy”.

“Me gusta imaginarme la honra como compromiso activo, sino es nada más que para los actos del aniversario. Me imagino una educación que genere un compromiso de los jóvenes con su futuro. La historia, entre otras cosas, sirve para sabernos parte de un legado pero ese legado no nos debe impedir ver el futuro”, afirmó.