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El petróleo representó tradicionalmente un importante rubro de las importaciones nacionales, incluso hasta mucho después de su descubrimiento en nuestro suelo. El monopolio estatal de la actividad de exploración, perforación y extracción no pudo abastecer al mercado local, hasta que prevaleció la convicción de la necesidad de incorporar a la actividad privada esas actividades, algo que cobró fuerza a partir de los años 80.

Sus favorables resultados le abrieron paso al abastecimiento de los requerimientos propios, lo cual dio comienzo a las exportaciones que a principios de la década actual representaron nada menos que el 18% del total de las ventas del país al exterior. No sólo del fluido se trata, sino también del gas y de productos diversos obtenidos con el concurso de las destilerías.

A 100 años de ese acontecimiento la producción de crudo en la Argentina - pese a los altos precios internacionales - presenta hoy un estancamiento. Se bombearon 38,26 millones de m3 durante 2007 lo que muestra un caída del 0,09% con respecto a los periodos enero-octubre de 2006 y 2007, según datos de la Secretaría de Energía.

A comienzos de año se hubo signos de una leve alza que luego no se confirmó como tendencia en los meses posteriores donde hubo una baja de un 2% entre marzo 2007 y marzo 2006.

En el mes de agosto pasado la producción fue de 3,17 millones de m3. En septiembre fue menor estando en 3,18 millones de m3 y logró subir en octubre con 3,18 millones m3. Ya el año pasado, con la producción 38,26 millones de metros cúbicos, quedo expuesta una caída del 16% frente a 1999.

La menor extracción de crudo aparejo que las exportaciones que en 1999 fueron de 15,61 millones de metros cúbicos pasaran a ser el año 2006 del 3,97, una fuerte caída del orden del 74%, en el momento de mayor valor del petróleo.

A partir de la devaluación producida en 2002 se adoptaron decisiones en la materia, consistentes en la congelación de los precios internos de la energía, incluidos los combustibles, y en la aplicación de impuestos a sus exportaciones.

El extenso período de vigencia de este congelamiento en un contexto de crecimiento de los costos de producción, sumado a la aplicación de los mencionados impuestos a las exportaciones, tuvo como resultado una merma de las inversiones en el sector con las consecuencias conocidas. En el sector externo viene produciéndose una disminución sistemática del valor obtenido por las exportaciones de petróleo y gas, que hoy representan el 12% del total, hecho tanto más significativo si se tiene en cuenta que tal reducción se da en un contexto de altos precios internacionales del petróleo y sus derivados.

Mientras ello ocurre, las importaciones registran aumentos y achican el saldo neto del comercio externo del sector. La aplicación de retenciones ha abierto un abanico de opiniones sectoriales donde se señala que la medida podrá ser efectiva para contener los precios en el orden doméstico, pero resulta indispensable tener en cuenta grandes inversiones requeridas para revertir la crisis energética.

Los pronósticos de las compañías petrolera que operan en el país con respecto a la producción de hidrocarburos no es para nada favorable.

Las compañías del sector -lideradas por la hispano-argentina Repsol YPF, Pan American Energy (de la inglesa BP y la familia Bulgheroni), la brasileña Petrobras, la norteamericana Chevron y la francesa Total- estiman que hasta 2010 el nivel de extracción de crudo caerá un 23%, hasta los 28,42 millones de metros cúbicos (m3) anuales.

El panorama en gas, el energético más demandado en la Argentina, es aun menos alentador, dado que se espera una merma de un 27% en el mismo período.

Los números salen de las últimas previsiones de producción que envían las compañías a la Secretaría de Energía. Si bien se trata de estimaciones conservadoras, en el sector coinciden en que el nivel de extracción registrará la caída anticipada.

Entre los efectos más importantes de la merma se destaca la casi segura importación de crudo en el mediano plazo. “La capacidad de refinación actual es de 32 millones de m3 al año. Por eso, si los valores bajan de ese nivel, la Argentina va a tener que comprar en el mercado internacional”, explica Daniel Montamat, ex presidente de YPF durante su etapa estatal y ex secretario de Energía, según publicó el sitio Asteríscos.

Por otro lado, desarrollo profesional, buen clima de trabajo, beneficios y un buen sueldo son la receta que deberían mezclar las empresas para cooptar especialistas, según estimó una encuesta entre jóvenes profesionales del sector elaborada por la consultora de recursos humanos Susana Biset & Asociados durante la exposición Argentina Oil & Gas.

"Se cruzan las dos cosas. Hay muy poca gente que, por la falta de perspectivas en el sector durante muchos años, no siguió determinadas carreras [ingeniería en petróleo] y, por otro lado, hoy el barril está casi en precios récord por lo que estas especialidades están muy reclamadas en el mundo y en el país", afirmó un matutino la titular de la consultora, Susana Biset

Restricciones. La actividad industrial, principal motor de ese crecimiento de los últimos años, se presenta como uno de los mayores demandantes de combustibles, y reclama no volver a padecer restricciones como los del pasado invierno.

Para cumplir con ese objetivo de abastecimiento pleno, Oscar Vicente, un hombre que desde hace 40 años cumple un rol protagónico en el sector -pasó por YPF, Perez Compac, Petrobras Argentina y presidió la Cámara de productoras, entre otras actividades- propone explorar especialmente en el mar.

El desafío para lograr el abastecimiento pleno es fuerte, sí se tiene en cuenta que la producción de petróleo cayó poco más de 15 % desde 1998, y la de gas natural —el hidrocarburo que representa el 50 % de la matriz energética del país— esta en una meseta con tendencia a la baja después de haber alcanzado su récord de producción en 2004.

Esos retrocesos ocurren mientras el consumo de derivados del petróleo y gas natural crecen a fuertes tasas.

La madurez de los yacimientos actualmente productivos hace que el desafío sea múltiple: las petroleras deberán realizar inversiones importantes para tratar de evitar la declinación natural de la producción, desarrollar nuevos programas de exploración en las áreas ya concesionadas y, activar tareas exploratorias en el mar argentino, cuya plataforma está concesionada a la empresa estatal Enarsa.

Mientras tanto, en un intento por atenuar el impacto interno de la suba del precio internacional del crudo y tomar parte de la renta petrolera generada por esos altos valores, el gobierno dispuso un nuevo incremento para las retenciones a las exportaciones de petróleo, y de varios de sus derivados.

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