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Montados en la ola del reciente éxito electoral y de la abrumadora mayoría que tienen en el Congreso, funcionarios del gobierno buscan instalar la iniciativa. La excusa: cambiar el balotaje. Temor en ámbitos jurídicos por la propuesta.

Está creando fuerte incertidumbre en ámbitos jurídicos y políticos la versión acerca de que influyentes funcionarios del oficialismo están hablando de impulsar una reforma constitucional durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

"No me consta que el actual presidente, ni Cristina Kirchner, hayan dicho que buscarán reformar la Constitución Nacional, pero sí que cerca de ellos están pensando en esa idea", afirmó el periodista Joaquín Morales Solá en una disertación realizada en la ciudad de Córdoba, como parte de la cuarta jornada de la Cadena Agroindustrial Argentina a la que asistió "Río Negro" y que tendrá amplia cobertura en el Suplemento Rural del próximo sábado.

Hace una semana el titular de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales, en diálogo con éste medio, advirtió que si el gobierno intenta reformar la Constitución su partido hará una férrea e indeclinable oposición. Era una señal de que el rumor está creciendo en la dirigencia.

La abrumadora mayoría conseguida por el kirchnerismo en ambas Cámaras le dejaría la puerta abierta para "meter mano" en la ley de leyes como recordó Morales Solá- trató de hacer en su presidencia Raúl Alfonsín, y luego pudo concretar Carlos Menem bajo su mandato. "Sería una lamentable pérdida de energía cuando hay tantas cuestiones que resolver", señaló el analista político.

La "excusa" en esta oportunidad (los propósitos que se esgrimen siempre son buenos) sería cambiar el ballottage "a la argentina" -que se utiliza para la elección presidencial desde la reforma de 1994-, por la variante que solo permite ganar en primera vuelta al candidato que supere el 50% de los sufragios.

Morales Solá destacó que Cristina Kirchner fue la presidente que menos votos consiguió en esta etapa democrática (salvo la elección de 2003 dada en circunstancias muy especiales), pero paradójicamente la que va a disponer de mayor poder dadas las mayorías alcanzadas en el Parlamento teniendo enfrente a una oposición fragmentada.

Por su parte, el jurista Néstor Sagües consideró que asistimos a una especie de "desmontaje" de la Constitución. Hay un peligro de "desconstitucionalización" - alertó- que se evidencia "cuando se toman por leyes constitucionales las que no los son; se dicta un decreto de necesidad y urgencia cada cinco días; el poder ejecutivo redirecciona a su arbitrio el presupuesto; se omite dictar la ley de coparticipación federal que exige la Carta Magna; mientras movimientos piqueteros dictan normas sobre derecho de circulación.

Pese a esta situación, Sagües catedrático, reciente titular de la Cámara de Apelaciones de Rosario y al igual que Morales Solá ganador del Premio Konex- ponderó algunos avances, a saber: la continuidad electoral, la eliminación de las leyes secretas (no de los decretos de esa clase) y la mejora en la selección de los miembros de la Corte. Pero especialmente, ponderó la libertad de prensa rescatada en el fallo del máximo tribunal en el caso planteado por "Río Negro" contra el gobierno de Neuquén. "Que se haya señalado que la publicidad oficial debe ser distribuida de modo razonable, y no como castigo a una información, está refrendando la libertad de expresión", concluyó Sagües.

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