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No se entiende que el gobierno no pueda alimentar a miles de familias. No se entiende que Caritas, que hace poco realizó la colecta más por menos, juntando más dinero que el año pasado, tenga que cerrar los comedores. Bien podría enviar un mensaje de urgencia solicitando más donaciones de alimentos.

Santiago del Estero es la provincia más pobre del país, son miles los chicos que no pueden acceder a las condiciones básicas para poder subsistir en este mundo. Y nadie, nadie hace nada para evitarlo.

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Cerraron comedores de Cáritas

Esto incluye a toda la Diócesis. Desazón en las familias de escasos recursos.

Añatuya. Desde ayer los comedores que dependen de Cáritas Diocesana cerraron sus puertas y aproximadamente unos mil niños, pertenecientes a familias de escasos recursos de la ciudad de Añatuya, no tendrán su ración diaria alimentaria. La noticia no cayó bien en la comunidad añatuyense, ya que los niños recibían el único alimento en los comedores, debido a que la falta de trabajo castiga sobremanera a los jefes de hogar, quienes no pueden paliar la situación ante el constante aumento de precios de la canasta básica.

Obligación
De un tiempo a esta parte las autoridades y las cocineras de Cáritas Diocesana se veían en la obligación de “hacer lo posible e imposible” con el dinero que recibían como subsidio para tratar de alimentar no sólo a los pequeños de la ciudad de Añatuya, sino de toda la extensa Diócesis.
Sin embargo, no sólo en la “Capital de la Tradición” cerraron sus puertas los comedores, sino también en otros puntos estratégicos de la Diócesis de Añatuya; inclusive desde el viernes pasado y tal como lo anunciara Nuevo Diario, los comedores de Monte Quemado ya no funcionaban.
Cabe señalar que Cáritas recibe $0,80 por niño, suma que no alcanza teniendo en cuenta que el costo de los productos alimenticios se incrementó considerablemente. En la mañana de ayer los padres y los mismos pequeños observaban con desazón cómo los comedores infantiles de cada barrio “no habían abierto sus puertas”.
Esta situación seguramente será preocupante para los jefes de familia, ya que ahora deberán pensar en cómo hacer para poder alimentar a sus niños. Se espera que en el transcurso de la presente semana surja algún tipo de iniciativa por parte de los padres o autoridades añatuyenses, para que este inconveniente sea subsanado en beneficio de los niños, quienes ante la necesidad de alimentarse no entienden de cuestiones administrativas.

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