Durante el transcurso
del último mes los argentinos hemos sido oyentes, una vez más,
frente a un tema tan crucial como es el endeudamiento del sector público
nacional, o sea de las deudas que tienen a la República en jaque
desde hace decenas de décadas, y que más allá de
las decisiones que van adoptando los diferentes gobiernos de turno deben
ser pagadas, también sufridas, por todos los ciudadanos. Éstos
que han visto degradarse sus condiciones de vida como la mismísima
supervivencia y quebrados todos sus proyectos de vida para ir cayendo
en un lamentable estado de indigencia y exclusión social que
alcanza a más del 60% de los habitantes del país.
A partir de los datos suministrados por el ministerio de Economía
al 31 de marzo del 2003 intentaremos reflejar en que consiste nuestra
Deuda Externa y teniendo en cuenta la fecha de la información
dejar establecida la situación con la cual se ha encontrado el
nuevo gobierno nacional encabezado por el Dr. Néstor Carlos Kirchner.
La deuda puede ser presentada de diferentes formas según sea
el ángulo desde el cual quiera ser analizada, aunque cualquiera
de ellas determinarán que son 145.504 millones dólares
el saldo bruto adeudado (para una más sencilla lectura y comprensión
omitiremos señalar que nos referimos a millones de dólares
en cada una de las cifras expuestas de aquí en adelante). La
distribución desagregada por instrumento nos lleva al siguiente
detalle:
Concepto
Monto
%
Títulos Públicos
79.080
54.4%
Organismos Internacionales
27.213
21.4%
Préstamos Garantizados
31.210
18.7%
Organismos Oficiales
4.996
3.4%
Banca Comercial
1.686
1.2%
Adelantos transitorios BCRA
999
0.7%
Otros Acreedores
320
0.2%
TOTAL
145.504
100.0%
Conforme a los vencimientos y términos tomados en los respectivos
endeudamientos más arriba señalados podemos establecer
que el cumplimiento de Argentina hasta el presente, a pesar de su angustiosa
situación económica y financiera, le permite presentar
los siguientes guarismos que indican que solamente existe un 9,9% de
atraso sobre el total adeudado y que surge de los siguientes datos:
Concepto
Monto
%
Deuda a vencer
131.120
90.1%
Atrasos de capital
9.052
6.2%
Atrasos de Intereses
5.332
3.7%
TOTAL
145.504
100.0%
Asimismo podemos clasificar la deuda según los diferentes sectores
y establecer la variación de su composición con respecto
a diciembre del año 1991, período éste que se vieron
incrementadas en 84.167, un 137%, las obligaciones externas argentinas
y donde podemos advertir un mayor peso a favor del sector privado con
respecto al público:
Sector
Dic 1991
Mar 2003
Público No Financiero y BCRA
86.0%
67.4%
Privado No Financiero
5.7%
23.1%
Privado Financiero
8.3%
9.5%
TOTAL
100.0%
100.0%
Durante el primer trimestre del año 2003 los atrasos aumentaron
en 2.778, aún después de haber pagado y ajustado éstos
por 758, lo que determina la siguiente composición de los atrasos:
Concepto
Monto
%
Títulos Públicos en Moneda Extranjera
9.046
62.9%
Títulos Públicos en Moneda Nacional
4.192
29.1%
Banca Comercial
408
2.8%
Organismos Oficiales – Club de París
398
2.8%
Organismos Oficiales – Otros bilaterales
311
2.2%
Otros Acreedores
29
0.2%
TOTAL
14.384
100.0%
El plazo comprometido para los pagos en su promedio alcanzan a los
6,45 años que si los analizamos por el tipo de acreedor tenemos
en promedio los siguientes años de plazo:
Concepto
Años
Préstamos (Canje)
12,41
Títulos Públicos
6,21
Organismos Oficiales
3,02
Organismos Internacionales
2,82
Banca Comercial
2,72
Otros Acreedores
1,43
A la deuda actual de 145.504 se le deben agregar 52.069 en intereses
que se irán devengando hasta los respectivos vencimientos, lo
que totalizarían 197.573.
Hasta finales del año 2007, cuando se debería producir
el recambio de la autoridad presidencial, la deuda por capital e intereses
asciende a 108.584, o sea, un 55% del total y conforme a éste
detalle:
Año
Capital
Intereses
Total
%
2003
31.099
4.562
35.661
18.0%
2004
19.928
5.246
25.174
12.8%
2005
13.646
4.528
18.174
9.2%
2006
11.185
4.634
15.819
8.0%
2007
9.718
4.038
13.756
7.0%
2008 –2031
59.928
29.061
88.989
45.0%
TOTAL
145.504
52.069
197.573
100.0%
Las tasas de interés a la que está sometido el endeudamiento
es fija para el 64% de la deuda. El resto, o sea el 36% es variable
en función de diferentes conceptos como ser: tasa Libor, tasa
de plazos fijos o bien las que fijen oportunamente el FMI y el BID El
promedio ponderado de la tasa es de 5.7% anual, siendo para los Títulos
Públicos del 6.8% y para el resto en el orden
del 4.4% que involucra a los Préstamos Garantizados, Organismos
Internacionales y Oficiales como también a la Banca Comercial.
Muy diferentes son las tasas de interés anuales vigentes en los
países del autodenominado Primer Mundo donde la Tasa Libor es
de 1.3%, la del Federal Fund de 1.1% y para Plazos Fijos del 1.1%, siendo
la máxima la Tasa Prime del 4.0%.
Sin embargo el Banco Central de la República Argentina (BCRA)
fija tasas anuales en dólares para Caja de Ahorro en 0.1% y para
Plazos Fijos en 0.5%, mientras que aquellos que deben endeudarse en
pesos deben pagar anualmente del 15.8% al 30.4% de interés según
el nivel de garantía ofrecido. Por demás claro está
que si el mismo estado argentino es “usurero” con sus ciudadanos
y empresas muy poco podemos esperar de quienes desde el exterior siguen
colocando fondos golondrinas
que les permiten especular y condicionarnos constantemente con ese invento
de la dependencia financiera que es el Riesgo País que para nuestro
país es de prácticamente 5.000 puntos.
Otro dato significativo lo aporta la cuestión legal, ya que los
atrasos en los Títulos Públicos que ascienden a 13.239
se encuentran bajo jurisdicción de la legislación extranjera
en el 68.2% del total. De la deuda futura por estos títulos y
sus respectivos intereses, que llega a 111.040, está sometida
a tribunales internacionales el 78.7%. Esto nos demuestra una ausencia
total de nuestra soberanía que fue entregada al momento de la
emisión de cada uno de los títulos públicos y que
hoy son adquiridos por los denominados “fondos buitres”
a valores de mercado que no llegan a superar el 30% de su valor nominal
con la seguridad que futuros pleitos le permitirán cobrar su
totalidad y, en consecuencia, obtendrán una ganancia que a todas
luces se presenta como inmoral.
Éstos “compradores buitres” con sus sedes en los
paraísos fiscales buscan aquella clase de títulos de menor
emisión y mayor rentabilidad para conseguir los votos necesarios
para impedir cualquier reestructuración de la deuda y así
pleitear de conformidad a la ley de quiebras de Norteamérica
como ya lo han hecho no solo con Argentina sino también con Brasil
y Ecuador. Otro tema que se debe considerar con respecto a los Títulos
Públicos es la moneda en que se han emitido. El monto de 60.347,
un 91,7% del total, son en monedas extranjeras y han sido emitidos y
lanzados al mercado en los siguientes años:
Año
Total
%
1993
6.169
10.2%
1996
4.660
7.7%
1997
6.232
10.3%
1998
6.867
11.4%
1999
6.883
11.4%
2000
8.270
13.7%
2001
20.381
33.8%
2002
885
1.5%
TOTAL
60.347
100.0%
Otro análisis oportuno es considerar el vencimiento que estos
Títulos Públicos tienen en el tiempo y que en el próximo
quinquenio llegan al 52,4% del total de conformidad a estos datos:
Año
Total
%
2003
4.359
7.2%
2004
8.638
14.3%
2005
6.971
11.6%
2006
2.416
4.0%
2007
2.980
4.9%
2008
6.300
10.4%
2009
3.030
5.0%
2010
1.866
3.1%
2011
557
1.0%
2012
12.225
20.3%
2013
3
2014 – 2031
11.002
18.2%
TOTAL
60.347
100.0%
Las deudas que desvelan a nuestro gobierno con los Organismos Internacionales
de crédito son estas: Denominación
Monto
%
Fondo Monetario Internacional
14.661
47.0%
Banco Mundial
7.919
25.4%
Banco Interamericano de Desarrollo
8.607
27.5%
FONPLATA
21
0.1%
TOTAL
31.207
100.0%
Éstas representan el 21,7% sobre el total adeudado y no tienen
ningún nivel de atraso, sin embargo, aplican con toda la furia
posible sus presiones y pretensiones para su cobro y el establecimiento
de las políticas económicas dentro de nuestras fronteras.
Realidad ésta inadmisible ya que se trata de organismos que siempre
han monitoreado, desde ya manejado, a las diferentes conducciones económicas
vernáculas que han sido antes, durante y después empleados
y contratados por ellos mismos, cuestión que no es menor al momento
de que están colocados en la condición de cómplices,
instigadores y culpables
de la situación a la que se ha arribado. Entendemos que no hace
falta hacer mayores menciones sobre su manifiesta corresponsabilidad.
Si los gobiernos consideran que cualquier acuerdo con el FMI puede llegar
a aliviar la situación económica y financiera en estas
tierras debe no estar convenientemente asesorado, en el mejor de los
casos aunque sospechamos que responden más a los intereses de
los acreedores externos e internos que a los de los conciudadanos. En
la medida que no se antepongan las intereses del pueblo argentino en
cualquier plan económico de largo alcance estaremos siempre realizando
pequeños maquillajes sobre la cara del dolor y sufrimiento de
las próximas generaciones.
La complejidad de los montos, formas, términos, jurisdicción
y plazos que se ha estado comprometiendo a la Argentina demuestra que
a pesar que desde hace veinte años justicialistas y radicales
se vienen pasando el gobierno nacional no tienen la menor capacidad
de lograr terminar con el endeudamiento, sino que por el contrario solamente
encuentran en su aumento descontrolado de la Deuda Externa su misión
gubernamental.
Han sido estos gobiernos que desde una visión política
de entrega y con sus mentiras sobre la “gobernabilidad del sistema
democrático” han convalidado una deuda externa odiosa,
impagable, ilícita e inmoral, la que ha sido declarada como tal
por la justicia argentina a lo que han hecho oídos sordos todos
nuestros “patriotas” y “honorables” gobernantes
y legisladores.
Para una mejor comprensión de la situación que atraviesa
nuestro país no tenemos más que reconocer como válidos
los censos, estadísticas, informes, estudios y proyecciones “oficiales”
que demuestran la imposibilidad y la falta de capacidad de poder salir
del actual estado de situación económica y financiera
que arrastra a millones al desempleo y la marginalidad. Al hacer el
análisis del aumento de la deuda externa considerando los intereses
que irán incrementando su cuantía, tal como antes lo analizamos,
podemos asegurar que frente al aumento de nuestra población conforme
a datos estadísticos oficiales en el año 2020 seguiremos
debiendo más de 4.000 dólares cada uno de los habitantes
sin considerar los intereses. Esto será inevitablemente así
de no mediar una quita hasta el nivel del valor de mercado de los títulos,
la investigación del origen del endeudamiento y el recálculo
de los intereses a los niveles mundiales actuales y la extensión
de los plazos de pago con el debido período de gracia que permita
dirigir el superávit presupuestario hacia el desarrollo económico.
Pensar que será posible bajar el endeudamiento con fondos genuinos
y no caer en nuevas deudas únicamente puede estar en las mentes
de nuestros gobernantes. Ellos siempre estarán comandados, de
una u otra forma, desde los ámbitos foráneos de las finanzas
mundiales porque así fue nuestra historia, es nuestro presente
y será nuestro futuro. A menos, claro está, que de una
vez por todas pensemos como mujeres y hombres que seguimos trayendo
hijos a éstas tierras argentinas.
En consecuencia seguiremos rechazando cualquier acuerdo que se realice
a espaldas del pueblo por más que se pretenda o se quiera presentarlo
como un “triunfo” y seguiremos sosteniendo, cada vez con
mayor razón, fuerza y vehemencia, que la
deuda externa es impagable.
Hugo Alberto De Pedro (UBA)
Tribuna de Periodistas 29/8/07 |
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