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A las 19.35 de ayer, con una temperatura no muy baja para la época, otra vez se llegó a un récord de consumo eléctrico: 19.078 megawatts (MW) en todo el país. En el conurbano bonaerense los colectivos reducen su frecuencia por falta de gasoil.

El dato terminó de confirmar algo que los industriales sospechan desde principios de año, que durante el invierno verán frenada su producción por las restricciones energéticas. “Cuando aparecen los cortes de gas, o llamados desde el Gobierno a los grandes usuarios para que no gaste luz, el primer paso es reacomodar la producción. Por ejemplo, ya casi nadie produce entre las 18 y las 23, cuando se alcanzan los picos de consumo”, explicó a El Cronista el presidente de una importante cámara industrial.

También señaló que, desde la semana pasada, cada vez están más cerca de entrar en una segunda etapa de respuesta. “Lo que viene es un freno de crecimiento en el mediano plazo. En concreto, la actividad industrial comenzará a caerse durante el invierno”. Todavía no se habla de recesión, pero entre un segundo trimestre marcado por el paro agropecuario, y un invierno con energía escasa, el freno al crecimiento de la economía será notable.

El EMI de mayo difundido ayer, que arroja 6,9% en la comparación interanual (ver página 9), parece relativizar este escenario. Pero una lectura desagregada lo confirma, ya que muchos sectores energía–intensivos bajaron su producción: químicos básicos el 5,1%; plásticos y caucho 7,6%; gases industriales 1,6%; la industria del vidrio un 2,4%. Mientras que otros subieron menos que su demanda: 2,5% el cemento y 4,9% la metalmecánica.

“La secuencia para bajar el consumo es conocida”, cuenta un industrial. Y amplía: “te mandan un comunicado de Cammesa o la Secretaría de Energía, pidiendo que restrinjas tu demanda de electricidad. Si con eso no alcanza, desde la oficina de (Roberto) Baratta (subsecretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación) comienzan los llamados a algunos de los 100 usuarios más grandes, que deben apagar sus máquinas”. Entre las industrias afectadas hay siderúrgicas, cementeras, papeleras, químicas e inclusive automotrices. “Las acerías realizan una colada por hora en lugar de tres”, ejemplifica un empresario de ese sector.

Los cortes de producción a pedido del Gobierno, que llegan cuando la demanda supera los 18.000 MW, son confirmados desde el sector eléctrico. Esa fue la explicación escuchada sobre la curva de demanda registrada ayer: tras el pico de las 19.35, después de las 20.15 el consumo se estabilizó alrededor de los 18.800 MW. “Se interrumpió una curva que venía en ascenso, sin más razón aparente que varios cortes simultáneos”, apunta una fuente con acceso a los datos de Cammesa.

Ni siquiera los cortes de gas a contratos “interrumpibles”, que ayer continuaron, atenúan la brecha entre una demanda y oferta casi iguales. El equilibrio puede romperse con cualquier evento: fallas en alguna central, menor importación desde Brasil o una baja del caudal en usinas hidroeléctricas.

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