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IAR
Noticias |
17/06/08 |
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El sistema busca una "alternativa de gobernabilidad" | ||
Eduardo Duhalde,
el ex presidente que "inventó" a Kirchner, es un gran
tejedor de "alternativas de gobernabilidad" para el sistema
capitalista en la Argentina. Hoy, con luz verde de la embajada norteamericana
y de los grupos del poder económico, montado en la rebelión
del "campo" y junto a los disidentes del PJ, ya está
tejiendo un nuevo "colchón de gobernabilidad" que preserve
al sistema de una estrepitosa caída anunciada del desgastado gobierno
de los Kirchner. Se trata, nada más ni nada menos, que de generar
una "nueva esperanza" para asegurar la continuidad del saqueo
capitalista en el nuevo escenario internacional amenazado por la inflación
y la crisis alimentaria.
Duhalde concretó su gran experiencia exitosa cuando sucedió en la presidencia a Fernando De La Rúa, después del "cacerolazo" de 2001, entonces, al mando del PJ bonarerense, piloteó un "golpe de Estado institucional" y se convirtió en Presidente de la Argentina. Desde la Casa Rosada, comandó (ayudado mediáticamente por el Grupo Clarín) el posicionamiento electoral de Kirchner que luego se coronó presidente al renunciar Menem a la candidatura en la segunda vuelta. Ya en el sillón de la Rosada, controlando el Gobierno, Kirchner avanzó sobre el poder de Duhalde y lo despojó del control del poderoso aparato político del PJ bonaerense. Luego ató un acuerdo con el sindicalismo peronista, compró con prebendas y "chequera" a todos los gobernadores de provincias, armó un "aparato de movilización" comprando con favores y planes sociales a un sector de la izquierda y de los piqueteros, y construyó un poder hegemónico a la sombra del Estado capitalista presentado como "gobierno de todos los argentinos". Creyéndose Maquiavelo, Kirchner renunció luego a la reelección, y puso como candidata a su mujer, Cristina, quien en octubre pasado fue consagrada presidenta, con su marido actuando como "presidente en las sombras". Noventa y seis días de conflicto con el sector del capitalismo agrario por la renta del campo, bastaron para desflecar el poder de los Kirchner que, no solamente perdieron credibilidad y aceptación popular, sino que además ya fueron puestos en la "lista de reemplazo" por los factores del poder económico (los dueños reales del Estado argentino) que los acusan en la intimidad de haber rifado la "gobernabilidad" de la Argentina. La torpeza en el apresamiento del líder ruralista De Angeli y la represión al piquete del "campo" ejecutada por los gendarmes en la ruta, desató puebladas, cacerolazos y nuevos cortes de ruta en el interior del país que luego se proyectaron a la Capital Federal, generando un clima de "caos e ingobernabilidad". En este escenario, el llamado "campo" y la oposición liderada por Elisa Carrió declararon al país en "estado de emergencia" mientras en las calles "huestes blancas" de las zonas más pudientes de la Capital "caceroleaban" y pedían a gritos que Cristina, la presidenta, ¡Se vaya!. El gobierno de los Kirchner, con la mayoría de sus ministros, se refugió en Plaza de Mayo (poblada por un grupo raleado e insignificante de piqueteros e izquierdistas a sueldo) desde donde anunció la resistencia al "golpe civico-intitucional" contra el "gobierno popular". Los medios, difundieron a rabiar la patética escena, el sábado por la noche, del ex presidente Kirchner vivado y conducido en andas por sus soldados- piqueteros en un desesperado intento por contrarrestar con una foto el poder mediático y social acumulado por los ruralistas rebelados en las rutas. Duhalde, el lector Eduardo Duhalde, es un gran lector de encuestas y de mensajes "cifrados" del poder localizado en las cámaras empresariales y en la embajada de EEUU, en Palermo Chico. Con las góndolas desabastecidas en los supermercados y con una agudización de la falta de combustible en todo el país, este lunes, tres "sensaciones" predominan en la Argentina: A) El gobierno de los Kirchner ya no controla ni garantiza la "gobernabilidad" del país. B) El gobierno de los Kirchner es impotente para solucionar el "conflicto del campo" y evitar el desabastecimiento y la escalada en los precios de los alimentos. C) Los Kirchner no van perdiendo la guerra contra las bases del capitalismo agrario rebelado en las rutas, sino que van perdiendo la guerra contra los consorcios multimediáticos con el Grupo Clarín a la cabeza. Con este panorama, Duhalde, apodado "el cabezón", ya empezó a construir la "alternativa de gobernabilidad" (lo que están pidiendo la embajada norteamericana y los grupos del poder económico) con el llamado "PJ disidente" compuestos por los que quedaron marginados de la repartija con el kirchnerismo. El diario La Nación recoge, este lunes, una información (que ya circula profusamente en los ambientes empresariales y políticos) según la cual Eduardo Duhalde estaría formando un nuevo frente político que proyectaría a Carlos Reutemann, senador y ex gobernador de Santa Fe, como candidato a la presidencia en el 2011. Este "armado", en realidad, estaría orientado a crear, desde el propio seno del PJ, una alternativa de gobernabilidad frente a la posibilidad (evaluada como cierta por el poder) de que los Kirchner tengan que abandonar el gobierno antes de terminar su mandato. En los últimos días, y ante la debacle del matrimonio presidencial, gobernadores, sindicalistas, legisladores e intendentes (que sólo creen en el "pragmatismo del poder") ya comenzaron a evaluar en silencio su alejamiento de la chequera devaluada de los Kirchner y la decisión de posicionarse a la sombra de lo que "viene". Y lo que viene, de acuerdo a la lógica histórica probada, tiene que surgir del aparato político y sindical del PJ, el único que puede garantizar la estabilidad de cualquier futuro gobierno en la Argentina. Según sus íntimos, Duhalde siempre parafrasea la máxima adjudicada al CEO del Grupo Clarín, Héctor Magneto, según la cual "En la Argentina hay tres poderes centrales que garantizan la estabilidad de cualquier gobierno: La embajada norteamericana, el aparato del PJ, y el Grupo Clarín" (el principal vocero del poder económico). Kirchner se abraza con Reuteman, favorito de la embajada norteamericana y de los grupos del poder económico que aspira sucederlo. La "alternativa de gobernabilidad" Los Kirchner ya son la crónica de una "caída anunciada", y Duhalde, rápido de reflejos, ya empezó a construir la "sucesión" del matrimonio aliándose, incluso, con sus viejos rivales como el ex presidente Menem y el gobernador Rodríguez Saa, de San Luis. El proyecto también contaría con los avales de el ex gobernador de Córdoba, Manuel De La Sota, del actual gobernador, Juan Schiaretti y del aparato del PJ cordobés, hoy enfrentado a la dinastía Kirchner. "Referentes del peronismo disidente, encabezados por Eduardo Duhalde, han formado una nueva agrupación con el objetivo de fijar una estrategia presidencial para 2011. El grupo tendría vínculos con dirigentes del campo y se llamaría "Unión Popular", informa este lunes el diario La Nación. Además de traccionar a los gobernadores, intendentes y legisladores "disidentes" del PJ, la nueva fuerza buscaría aglutinar una alianza con el "campo" levantado en guerra contra los Kirchner. Duhalde, como cualquier político, sabe que la continuidad del régimen constitucional -elecciones periódicas amañadas con políticos serviles a Washington y Wall Street- constituye hoy el principal objetivo de de los planes imperiales de EEUU y de los grupos del poder capitalista en la Argentina. Wall Street, los inversores, los bancos, las transnacionales con intereses permanentes en el país, precisan legitimar periódicamente -cada cuatro años- un nuevo turno de saqueo en la Argentina con un gobierno que "preserve la gobernabilidad" como lo hizo hasta ahora la administración de los Kirchner. Una de las "mecas" del nuevo movimiento sería la provincia de San Luis, donde Alberto Rodríguez Saá y su hermano, el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, mantuvieron reuniones con varios dirigentes rurales, entre ellos el dirigente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti. Eduardo Duhalde, por su parte, viene manteniendo extensas reuniones con ruralistas, intendentes, legisladores y prominentes dirigentes sindicales del sector de "los gordos" como Luis Barrionuevo, Armando Cavalieri y Luis West Ocampo, quienes quieren sacarle a Moyano el control de la CGT. Además, merodean alrededor del nuevo movimiento en marcha el sector de los radicales "anti-K", como el presidente de la UCR, Gerardo Morales y lo que queda del ala "alfonsinista". La presencia de Reutemann (ex corredor de Fórmula 1, ex gobernador de Santa Fe y actual senador nacional) como posible candidato electoral del movimiento garantizaría la "luz verde" tanto de la embajada USA, como de los factores del poder económico y los consorcios mediáticos que le dan un crédito de "esperanza blanca" de la democracia. Además, la vinculación de Reutemann con el campo (es productor agrario) le confiere el perfil adecuado para traccionar consenso de los grupos rebelados contra el gobierno de los Kirchner. La otra posible "vertiente agraria" del movimiento impulsado por Duhalde está conformada por la Federación Agraria conducida por Eduardo Buzzi y liderada en las rutas por Alfredo de Angeli. Buzzi y De Angeli son peronistas, y mantienen ambiciones políticas que se retroalimentaron con la convocatoria masiva del paro en el interior, y una futura alianza con Reutemann desde el trípode Santa Fe-Entre Ríos-Córdoba- aparece más que potable. Sin dudas, la operación comandada por Duhalde, y con Reuteman como "bisagra" entre la embajada norteamericana, los grupos económicos y el nuevo movimiento político, intenta canalizar políticamente el descontento generalizado contra el gobierno de los Kirchner que hoy solo cuenta con la adhesión de su aparato rentado, mientras sus aliados preparan silenciosamente su partida. Curiosamente, la movida certifica que hay un "golpe institucional" en curso como lo denuncia el "kirchnerismo", pero con una diferencia: La operación no surge de las "usinas gorilas", sino de las propias entrañas del PJ. Y parece improbable que el relevo de los Kirchner ("quemados" y a punto de ser devorados por la hiperinflación) no se sujete a la lógica de que en la Argentina hay tres poderes centrales que garantizan la estabilidad de cualquier gobierno: La embajada norteamericana, el aparato del PJ, y el Grupo Clarín. Los Kirchner, gerentes soberbios del Estado capitalista, ya están saboreando por anticipado la medicina.
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