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La Armada Argentina, realizó prácticas con sus dos únicos aviones disponibles, los Super Etendard, en el portaaviones norteamericano. Las prácticas con las Fuerzas del Comando Sur demandarán un gasto estimado de más de $200.000...

Informa hoy Ambito Financiero:

Dos de los cuatro jefes, el brigadier Normando Costantino, titular de la Fuerza Aérea y el almirante Jorge Godoy, jefe de la Armada, más un funcionario de tercera línea de Defensa, el subsecretario de Asuntos Técnicos Militares, José Luis Sersale, respondieron a la invitación cursada por el embajador estadounidense, Earl Anthony Wayne, para visitar el portaaviones nuclear (CVN 73) George Washington en alta mar.

La nave de 333 metros de eslora navega rumbo al Pacífico y en la singladura hacia su próximo destino, la ciudad chilena de Punta Arenas, cedió la cubierta de vuelo para el adiestramiento de aviadores navales criollos en las maniobras denominadas Gringo-Gaucho 2008. La senadora Marita Perceval, titular de la Comisión de Defensa de la Cámara alta, quien defendió en el Congreso la aprobación de los $ 248.181 que demanda esa operación, tampoco acudió a la cita -se excusó por problemas de agenda-. Señal política ineludible de cómo se percibe en el Parlamento la necesidad de auspiciar la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses. Interesa más a los actores -políticos y legisladores- locales la novedad ofrecida por Brasil con su Consejo de Defensa Latinoamericano.

• Prácticas

Ayer, dos cazas bombarderos Super Etendard, los mismos que participaron con éxito en la guerra de las Malvinas con los letales misiles franceses Exocet que hundieron el destructor británico Sheffield, y un avión antisubmarino Tracker S2T, practicaron aterrizajes y despegues en la cubierta del portaaviones norteamericano. No hay más aviones navales que el lote que operó ayer. ¿No convendría concentrar el esfuerzo en las mismas ejercitaciones aeronavales con el portaaviones de la marina del Brasil? Este país también posee un portaaviones, el Sao Paulo (ex Foch de la marina de Francia) cuya dimensiones son más adecuadas a la realidad de las operaciones con los cazas Super Etendard que también son de origen francés. La herramienta para iniciar el camino hacia el esquema defensivo regional patentado por los brasileños es en primer término: la integración de las bases industriales de defensa existentes en la región, como la planta de la ex Área Material Córdoba (AMC) concesionada a la empresa estadounidense Lockheed Martin.

Un avión Embraer Galaxy de la fuerza aérea del Brasil, matrícula FAB-258 trajo, semanas atrás, una comitiva encabezada por el teniente brigadier Gilberto Saboya Burnier, secretario de Política, Estrategia y Asuntos Militares del Ministerio de Defensa, acompañado por el general de brigada Alberto Fleck, el contralmirante Eduardo Maculan Vicentini y un funcionario de Itamaraty, Joao Luiz Pereira Pinto, jefe de la División América del Sur estuvieron con el hermano y jefe de gabinete de Asesores de la ministra de Defensa, Raúl Garré, y con Oscar Cuattromo, secretario de Planeamiento. En cada reunión con los brasileños los funcionarios de Garré padecieron de cierta desorientación burocrática porque les tocó interactuar con pares de uniforme, en Brasil las más altas jerarquías por debajo del ministro de Defensa están cubiertas por militares en actividad, el brigadier Saboya Burnier, jefe de la delegación, gestiona como viceministro. En tres jornadas de trabajo se avanzó en: cooperación regional en la industria aeronáutica (inspección de la planta de Lockheed en Córdoba); la producción conjunta de los vehículos aerotransportables Gaucho, montadosen el Comando de Arsenalesdel Ejército, en la localidad bonaerense de Boulogne y proyectos de desarrollo tecnológico con la Armada Argentina. El centro del diálogo estratégico estuvo en la formación del Consejo de Defensa Sudamericano, estructura impulsada por Brasil que supone la integración de los países de América del Sur a partir de la coordinación de las Fuerzas Armadas, las industrias de defensa, el intercambio y adiestramiento militar.

El ministro de defensa brasileño, Nelson Jobim inició un recorrido por la región -estuvo en Venezuela el 14 de abril pasado- en búsqueda de consenso para el tratamiento y eventual aprobación del Consejo de Defensa Sudamericano en la próxima cumbre de la Unidad de Naciones Sudamericanas (UNASUR) que tendrá lugar el 23 de mayo en la ciudad de Brasilia. Y en fecha próxima Jobim visitará la Argentina y Chile para detallar la iniciativa que aún no llegó al papel.

• Llamado

En la misma sintonía, la presidente chilena, Michelle Bachelet, alentó a los jefes de los ejércitos de la región a pensar juntos, gobiernos con sus Fuerzas Armadas, en una política de seguridad y defensa común. Hizo el llamado en el Palacio de La Moneda al recibir a los comandantes de los ejércitos del Mercosur (estaba el teniente general Roberto Bendini) y países asociados, que celebraron la décima reunión de jefes militares en la ciudad de Puerto Varas, Chile. ¿Podrá el Consejo de Defensa Sudamericano aventar el fantasma de la confrontación con los Estados Unidos a partir de la inclusión de Venezuela en el Mercosur? Sus impulsores confían en que el peso específico de los países integrantes apagarán las rabietas de Hugo Chávez. Brasil confía en reemplazar paulatinamente el rol hegemónico en materia de adiestramiento militar que han ejercidolos Estados Unidos en la región. Jobim, previsor, anticipó a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, la naturaleza del esquema e invitó a su país a participar como «observador» del nuevo arreglo militar. Al mismo tiempo la Armada norteamericana dio a conocer el restablecimiento de la Cuarta Flota -se desactivó en la década del 50- con responsabilidad operativa en América Central, Sudamérica y aguas circundantes.

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