Por Roberto
Maturana. Al igual que los poderosos genocidas de ayer, los Kirchner,
al finalizar su mandato, serán juzgados porque su política
pesquera aplicada es generadora de hambre y genocidio...
La Resolución 656/08 de fines del pasado mes, permite el cobro
de reintegro a productos elaborados en buques congeladores y factorías.
Esto claramente se contradice con el discurso de la Presidenta Cristina
ya que esta medida favorece a empresas extranjeras de buques congeladores
y factorías ilegales que se exportan el pescado argentino a sus
mismas casas matrices en Europa. Esta metodología genera un mayor
desempleo en Argentina: un buque congelador con 1.000 toneladas de pescado
a bordo en 60 días eroga trabajo a unos 50/60 tripulantes; 1.000
toneladas de pescado capturadas por buques fresqueros dan trabajo a
800 personas durante 30 días. Evidentemente la generación
de empleo tan proclamada por Cristina, es otra más de sus falacias,
que muestra la mentira en su discurso. Los hechos favorecen a los grupos
empresarios más depredatorios del mar argentino en perjuicio
de miles de trabajadores en tierra del filet.
Alarma esta resolución, al otorgar reintegros exportables a la
especie merluza común, impulsando aún más su depredación.
La Presidente es indiferente ante las leyes que norman la emergencia
pesquera nacional y la normativa internacional que protege a los caladeros
en crisis. El contrasentido es que el subsecretario de Pesca, Norberto
Yahuar, considera que “tenemos que cuidar los recursos, necesitamos
certificar que nuestra pesquería es sustentable porque así
lo van a exigir los distintos mercados del mundo a corto plazo, para
ello estamos trabajando hacia ese rumbo”. Sus palabras ratifican
que su gestión no está guiada por las leyes —en
consonancia con la de la jefa de la administración nacional—,
ni lee los informes que año tras año denuncian la situación
crítica del caladero argentino. ¿Hay que explicar que
una especie en emergencia nacional exige medidas de protección
y no de promoción?
Yahuar, oriundo de Chubut, sabe perfectamente que la flota amarilla
de Rawson opera entro de la zona de veda de merluza y calla. Por ello,
la fabricación matricera de anuncios son palabras sin resultados
sustentables biológicos y morales. Replica de la política
campera es que los recursos se les entregan a los mas grandes pooles
de pesca mientras los mas pequeños quedan apartados del millonario
reparto “articulado”.
Al asumir Norberto Yahuar, llenó las publicaciones especializadas
del sector de anuncios sobre medidas sustentables del caladero. A la
fecha, no existe medida fehaciente aplicada que garantice la sustentabilidad
y mejore las fiscalizaciones. O sea, Yahuar como Cristina y todo el
equipo gubernamental nos llenan de anuncios que no se traducen en acciones
concretas. En el caso de la pesca, esta no tiene más tiempo y
mucho menos "tiempos políticos".
Lo concreto: se suman 3.000 desempleados más para la pesquería,
engrosando las filas del hambre que no entiende de discursos, mientras
se subsidian las ganancias del sector depredador y se blanquean evasores,
nuevamente a espaldas de nuestra legislación. Entre las empresas
favorecidas y favoritas se encuentra la emblemática Conarpesa,
con su historial de evasión, facturas ilegítimas y asesinato,
que pusiera prófugo a su presidente Fernández Álvarez
Castellanos.
La Argentina se muestra como un país que no sólo padece
el colapso de los recursos pesqueros sino que también la sociedad
sufre el colapso que genera la mayoría oficialista legislativa,
con dos presidentes en funciones, uno para anuncios truchos y otro para
desestabilizar las instituciones, sin políticas serias, con ansias
de perpetuidad y autoritarismo. El gobierno deberá demostrar
el próximo año su capacidad de generar caja y empleos
con los anuncios de hoy.
El hambre es un crimen que nuestros gobernantes parecen no entender,
dado que sus medidas son tan eficaces como aspirinas a elefantes. Mientras
la preocupación presidencial pasa por el botox, hilos rusos y
la arruguita del rostro, 8 niños mueren por día en la
Argentina y para ello no hay tampoco respuestas. Es menester recordar
que se tiran miles de kilos diariamente de pescado fresco y bueno al
mar, proteínas que ningún hambreado ingerirá jamás,
dos millones de dólares al año. El subsecretario de Pesca
Yahuar verbaliza muy suelto de cuerpo sobre "medidas para evitar
el descarte de pescado al mar" mientras los mismos actores de siempre
custodian las cajas de las recaudatorias de coimas de los inspectores
¿De qué plan sustentable nos habla? La Argentina va rumbo
al colapso por corrupción estructural, dado que las medidas tendientes
a terminar con la corrupción del sector —como apartar a
los buques ilegales del caladero— no se toman, continuando así
con tanta vulneración constitucional como su antecesesor, Gerardo
Nieto, repitiendo el modelo que articula mentiras insustentables.
“Todos podemos y debemos hacer algo. Y cuantos tenemos responsabilidades
que afectan a la marcha de un país, deberíamos —como
venimos insistiendo los obispos argentinos en los últimos tiempos—
transformarnos en generadores de consensos. Pero esta búsqueda,
como hemos señalado también, supone sacrificios y renuncias
a nuestros intereses personales a favor del bien común”,
dijo Jorge Casaretto, obispo de San Isidro y titular de Cáritas.
Al igual que los poderosos genocidas de ayer, los Kirchner, al finalizar
su mandato, serán juzgados porque su política pesquera
aplicada es generadora de hambre y genocidio.
Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigador |
|