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Para que no exista duda alguna, que el sistema político actual es una gran escoria de traidores, cipayos y corruptos, entre ellos mismos se realizan homenajes y hasta busto propio en vida. Alfonsin quien inauguró un nuevo sistema de hambre, corrupción y miseria (para algunos "democracia"), será homenajeado en la Casa de Gobierno...

¿Quién puede obtener semejante mérito, que se le realice un busto en vida? ¿Acaso un gran líder o héroe nacional? No. Se trata del ex presidente Alfonsín, un cipayo, más, de los tantos políticos que han pasado y aún siguen viviendo de las arcas del Estado, de los aportes de un pueblo, que día a día es basureado y mofado.

Esta tarde Raúl Alfonsín será el primer presidente de los últimos 35 años de la historia argentina en tener su busto en la Casa Rosada.

Como informa la agencia estatal 'Télam', junto con la actual mandataria, el radical destapará su efigie esculpida en mármol de Carrara, antes que Héctor Cámpora e Isabel Perón, privilegio por haber encarnado el retorno democrático, según explican. Sistema democrático por cierto, que nada tiene de "democracia" ni de igualdad. Solo lo festejan quienes obtienen rédito de él, en este caso los políticos, que desde hace más de dos décadas viven de estafar cotidianamente a la población.

Es así como entre ellos no hay diferencias ni discrepancias, podrán existir roces públicamente, pero por dentro saben, que "entre bomberos no se pisan la manguera". Hoy es Alfonsín, mañana Ménem, y pasado Kirchner.

Eso sí, los presidentes de facto no tendrán su busto. Como si hubiera alguna diferencia entre Videla o Alfonsín, ambos mataron en proporción la misma cantidad de gente y le provocaron el mismo daño al país. Uno lo hizo con la fuerza de las armas, otro lo hizo con la indiferencia y la corrupción.

500.000 es el número de argentinos que murieron, por falta de alimentos, bajas condiciones de higiene y ante la imposibilidad de satisfacer sus necesidades básicas. 400.000 se produjeron en la época de Ménem, el resto se los reparten Alfonsín, De La Rua y Kichner.

El cálculo es fácil, entre 80 y 100 son los argentinos que todos los días mueren por alguna de estas causas, que son evitables.

Ni hablar de la entrega del país (recursos naturales, industrias, empresas, desarrollo tecnológico) que Alfonsín inició, que solidificó y garantizó Menem, y que terminan afianzando los Kirchner. Todos son parte de un mismo modelo y sistema, y por ello tendrán su busto, uno al lado del otro.

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