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 El país 
          carece de política pesquera y, de la mano de los Kirchner, va 
          rumbo al vaciamiento del caladero. Las diatribas presidenciales referentes 
          al respeto a la constitución y las leyes forman parte ya de las 
          mentiras de un gobierno que incoa la corrupción del sector. 
        Los Kirchner son de una provincia con litoral marítimo y ellos 
          mismos favorecieron fuertemente a un grupo de empresarios extranjeros. 
          Las maravillas de la distancia y el poder omnímodo que detentaron 
          y detentan les dieron la facilidad de construir un puerto pagado por 
          todos los santacruceños explotado de manera "casi privada". 
        Desde el arribo pingüino al poder se multiplicaron los negocios 
          del Consejo Federal Pesquero y el nombramiento de Gerardo Nieto como 
          subsecretario es el "ancla" de corrupción que el sector 
          vive y padece: lo denuncia la propia AGN-PTN-SIGEN. 
        Resulta extraño que, luego del informe de la AGN y las publicaciones 
          en matutinos nacionales, ratificando que no existen reglas claras dentro 
          del sector, ningún juez, fiscal o, mejor aún, la propia 
          Auditoria General de la Nación, haya presentado denuncia penal 
          alguna contra Gerardo Nieto como responsable de la cartera. 
          La Argentina exporta 1.000 millones de dólares en un marco internacional 
          de demanda de alimentos y no es óbice para que los responsables 
          políticos tomen en cuenta la grave situación de los recursos. 
          ¿Les importa a los legisladores el futuro pesquero argentino 
          o sólo cargar la Banelco desde la "fishcard"? 
          La mayoría de los argentinos desconoce claramente la temática 
          pero sí saben que hay muchas violaciones a la ley de pesca y 
          permisos "truchos", de la época de Felipe Solá. 
          El común no evalúa los millones de dólares que 
          generan estos recursos de todos los argentinos a sus propietarios. 
          Lo que acontece en la pesca es muy grave, pues la corrupción 
          que el gobierno permite está dejando al país sin recursos, 
          y ello se ve reflejado en la caída de las exportaciones pesqueras 
          a la fecha. 
          Para la familia Kirchner hace que la Argentina pierda millones no es 
          importante. ¿Se imaginarán acaso sin los 1.000 millones 
          que dejarán de percibir por la pesca? esto va ocurrir porque 
          el pescado, a diferencia que en el campo, no se ve, no muge, no sangra, 
          se lo mete en barcos elaboradores y se lo exporta. 
        Feudo K 
         Santa Cruz es muy especial: ni su Ley de pesca —Nº 1464—, 
          ni su reglamentación pesquera provincial demuestran implementar 
          los objetivos básicos de la Ley Federal de Pesca y el Código 
          de pesca responsable de la FAO. 
          No son identificables en la legislación mecanismos legales que 
          garanticen el acceso a la información de los interesados en la 
          pesca cuando dictan normas de ordenamiento pesquero. Se vulnera asimismo 
          la información de la protección ambiental, surgida por 
          la sanción de la Ley Federal 25.831 que obliga a la difusión 
          del estado de recursos y medidas sustentables que garanticen el caladero. 
          No existe en la legislación de análisis, referencia a 
          la prevención o eliminación de excesos en la capacidad 
          de pesca ni medidas de determinación de esfuerzo pesquero. El 
          código de pesca responsable (FAO 7.1.8.- 7.1.10) habla de la 
          relevancia de una debida publicidad de medidas de conservación 
          y gestión, y una difusión clara de las leyes, reglamentos 
          y otras normas jurídicas que rigen su aplicación. 
          Lo arriba descripto es la realidad de un país que se vacía 
          por la corrupción imperante desde el propio gobierno. En la Argentina 
          hay hambre por corrupción y falta de memoria impulsada por los 
          medios que ayudaron a ello. 
          El tema pesquero no es menor, no podemos esperar del gobierno política 
          de transparencia alguna porque no interesa a este hacer nada al respecto. 
          Los informes de organismos oficiales antes señalados ratifican 
          que la impunidad a los corruptos que vacían el caladero argentino, 
          la brindan justamente los Kirchner. 
        Memoria 
         La propia presidente, Cristina Kirchner, años atrás 
          —desde su banca— arengaba a sus diputados provinciales a 
          votar la venta de YPF. Mirando su pasado no es extraño vivir 
          este presente depredatorio e inmoral. 
          Señora Presidente, respetuosamente, me es menester recordarle 
          que, tal como hoy juzgan a los genocidas de ayer que detentaron un poder 
          omnímodo en el pasado, los Kirchner también podrán 
          emularlos, pues su política pesquera aplicada es otra clase de 
          genocidio. 
        Roberto Maturana 
          Oficial de Marina Mercante-Investigador 
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