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En estos tiempos de caos y confusión, donde parece no haber salida, la memoria del Padre de la Patria nos permite hacer un alto en el camino como en vivac, para contemplar y comprender el sentido de la historia universal y en especial la nuestra, la de los argentinos, hijos de la España Católica, forjada en los 800 años de lucha por la Reconquista de España, en contraposición a la modernidad anglosajona, matriz de esta globalización atea y materialista que dio todo lo que tenía que dar: estos frutos secos y amargos de la Cultura de la Muerte. La conversión de san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, se realizó en 1521, en la misma fecha en que Lutero –gérmen y mentor del Renacimiento Sajón- se sublevó contra la Santa Iglesia Católica. La gigantesca obra de san Ignacio entre nosotros, las Misiones Jesuíticas, entre las cuales estaba Yapeyú, fundada por san Roque González de la Cruz -uno de los primeros mártires criollo- le costó la Compañía. Los enemigos de Dios: ingleses, portugueses, bandeirantes, esclavistas y borbones españoles afrancesados la transformaron en 1773, con la disolución y expulsión de la Compañía, en las “Ruinas de San Ignacio”. Pero Dios siguió escribiendo derecho. Cuando la Compañía es expulsada de América, Juan de San Martín es nombrado gobernador de Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú, y por esa especialísima gracia de Dios, el 25 de febrero de 1778 nace en suelo guaraní, José Francisco de San Martín, el Padre de la Patria. De este modo crece entre la férrea disciplina militar española del padre y la maternal crianza de la niñera Rosa Guarú, que aunque guaraní es ya mestiza de espíritu y cultura por la fe. De ese cuño es el Padre de la Patria. Esa es nuestra herencia y nuestro destino, ya que no hay Patria si no hay padre. Como tampoco hay familia ni autoridad si se niega al varón, al padre, como sucede en el mundo muerto de la contracultura, que nació negando la Autoridad del Padre Eterno sobre todo lo creado y todos sus hijos. Por eso la reconstrucción de la Patria Argentina necesita comenzar por reconstruir el varón, el matrimonio, la familia. “Que nadie se atreva a poner en duda nuestro amor a la Patria. Que nadie se atreva.” Juan Pablo II Victor Eduardo Vital. (VGM) San Luis.17 de Agosto de 20015 |
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