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Por Oscar E. Cocca

Fuentes de información utilizadas para redactar la nota: El Malvinense

Tratemos de analizar estos interrogantes y quizás encontremos respuestas en el transcurso de este artículo.

La cuestión de la Defensa no es un problema meramente militar, sino que lo militar es una de las formas en que se manifiesta.

La temática de la Defensa, hoy en día, tiene que ver con una serie de actividades sociales, y económicas en las que está involucrado el conjunto de la sociedad. Si pensamos en la creación de un nuevo concepto de Defensa, los que lo proponen pretenden dejar de lado lo estrictamente militar. Esto puede provocar el error de que por una visión falsamente progresista, se soslaye la institución armada, y ésta sigue siendo “per se” un puntal necesario en los distintos problemas que puedan afectar a nuestro país, como los que por un exagerado mundo globalizado, afectar el conjunto de la población mundial.

Aquí parece ignorarse que la Defensa, es una cuestión de interés público; que la adquisición y sostenimiento de barcos, aviones, blindados y la formación de oficiales, suboficiales y soldados corre por cuenta del contribuyente y que el político de turno debe responder ante la sociedad por el cuidado de sus intereses comunes.

Inicialmente es una cuestión de responsabilidad. Ninguna cartera ministerial custodia tantos millones de dólares en medios como la de Defensa. Aunque las prioridades económicas las fija el Presidente, cada Ministro debe saber defender las necesidades de su propia cartera. Si así no lo hiciera... ¿Qué Dios y la Patria se lo demande?.

La política de defensa, debe ser una política de Estado, integral e inseparable de la política exterior de la Nación. Las Fuerzas Armadas deben ser, dentro del sistema integral de la Defensa. El elemento decisivo, con un rol definido e importante que cumplir: “La Defensa de los intereses de la Patria”.

La política de defensa dependerá, insoslayablemente del proyecto de Nación elegido. Nuestro país se encuentra en un camino desde el cual se avizora que los tiempos de la recuperación nacional, serán largos. En esa dirección se están dando algunos pasos (desde lo institucional) aunque muy lentos.

Nuevamente las preguntas: ¿voluntad estatal?, ¿vocación privada?, ¿capacidad política y dirigencial?, ¿fe del pueblo en nuestras propias fuerzas?, ¿decisión de crecer nuevamente?. ¿Tenemos todos estos parámetros?, ¿si?... bueno; si usted lector tiene el total de su respuesta afirmativa, estamos en camino de construir una gran Argentina. Si no...

El mundo que viene, ya no es un mundo dividido entre los peligros de nuevas o extrañas ideologías, sino, por el contrario, es un mundo más concreto, más difícil, donde el punto crítico estará en la defensa de nuestros recursos naturales; de nuestro litoral fluvial y marítimo, nuestro Atlántico Sur, nuestro sector Antártico, de nuestra agua.

¿Se entiende? Señor ciudadano, votante, contribuyente.

Las señales

Posterior a la Batalla de Malvinas, algunos de los objetivos británicos inducidos por el poder económico mundial, sería implementar en la Argentina:

A) Políticas de desmalvinización (ya se logró)

B) Desarticulización de las FF.AA (casi logrado)

C) Abandono de ocupación o asentamiento territoriales (en proceso).

Si atendemos la teoría que sostiene, bastarían cinco años para destruir una de las columnas básicas de cualquier Estado (ya sea por errores políticos o intenciones aviesas y apatridas), estaríamos transitando los tiempos en que sería imposible garantizar el orden público, ni defender la Nación de ataques externos. En definitiva, la triste realidad de la incapacidad de nuestras FF. AA, de defender la soberanía (en 2008, la Sra. Ministra de Defensa, Nilda Garré, habría admitido en rueda de prensa, que el poder de fuego del Ejército Nacional, es menor a 24hs).

La Armada con su Flota de Mar (la cantidad de buques operables no supera la docena), navega con sus unidades un promedio de ¡32 días anuales!. La Prefectura Naval (hoy a cargo del Ministerio del Interior) custodia los litorales fluvial y marítimo sin poseer la infraestructura adecuada para detener la pesca ilegal y la operación de carga de agua potable como “lastre” en buques extranjeros. Así mismo la estiba de petróleo crudo y minerales varios, en puertos argentinos, desde donde se despachan simplemente con una “declaración jurada”.

Nuestra gloriosa Fuerza Aérea, opera hoy, con sólo el 15% de su material de vuelo. En 2007, de los 230 pilotos existentes, 55 solicitaron el pase a retiro por falta de estímulo profesional (la mayoría trata de integrarse en aerolíneas privadas).

El Ejército Argentino, pasaría a integrar cinco (5) Fuerzas de Empleo Inmediato (¿?): la 7 de Corrientes, la 4 en Córdoba (aerotransportada), la 6 de Neuquen y la 3 de Mendoza (especializadas en montaña), la 5 constituida en el CAO (Centro de Instrucción y Adiestramiento Operacional en Campo de Mayo) el resto desaparecería o se reubicaría dentro de los citados. Con la reducción de materiales, efectivos e instalaciones, se dejarían libradas a la venta, propiedades por un valor aproximado a los mil millones de ¿pesos?.

Desde el año 2000 Argentina es el país de toda América del Sur que gasta menos en concepto de Defensa. Se ubica en el puesto número 26, entre los más indefensos del mundo con relación a su PBI y al gasto destinado en materia defensiva (más o menos lo mismo que en Albania o Bangladesh).

Los recursos naturales en peligro

Bastaron solo dos años, para que el Comando especial de Estados Unidos, llegue a nuestro país desembarcando en el Chaco (vía Paraguay), donde firmarían un convenio con el Gobernador Capitanich, en donde se permite que el comando sur de USA (antes situado en Panamá), asista con ayuda humanitaria a la población que reside en el “Impenetrable Chaqueño” (¡cualquier relación con la Triple Frontera, o el Acuífero Guaraní, es mera coincidencia!).

La 4ta Flota norteamericana, avanza en operaciones permanentes y sistemáticas, sobre el Atlántico Sur y el Pacífico Sur, con posibilidades de navegar los grandes ríos (Orinoco, Amazonas, De la Plata, etc.). ¿Se repetiría lo de la Vuelta de Obligado?.

¿Se entiende?. Querido lector, amigo, hermano.

¿Cuidamos el puesto o la Patria?

Mientras Brasil anuncia su plan de Defensa Estratégica, Argentina se encuentra en virtual estado de indefensión, sin política de Defensa; proclamando la “defensa no provocativa”, con una porción del territorio ocupado por una potencia colonial. Baja moral del personal militar; imparable éxodo de cuadros bajos y medios; altísimos porcentajes de equipos aptos para la Defensa, fuera de servicio y tampoco disponibles para un eventual apoyo comunitario. Humillaciones, agravios y “escupitajos”, que pegan en la institución en el uniforme, y no en la cara de los militares indecorosos y corruptos.

Los malos militares tienen lugar en la prensa, los buenos nunca. Casos de corrupción; una burocracia que inútilmente se agiganta, mientras los medios decaen; pérdida de capacidades; obsecuentes que ocupan el lugar de los mejores. Así resulta muy complicado revertir la situación.

La actual crisis vocacional de las generaciones jóvenes militares, poco tiene que ver con lo económico, y mucho con esta ausencia de sentido que los invade al comprobar que sólo se espera de ellos que sean funcionarios públicos con uniforme. Sin embargo, deseamos tener esperanza aún contra toda desesperanza. Estamos convencidos de que a ella la encarnan esas generaciones jóvenes que hoy se entrenan y esperan pese a todo su oportunidad. Intuimos que mañana este progresismo falaz y vergonzante será anécdota y no historia. Siempre ha habido espíritus dispuestos a librar el buen combate por una causa justa. Asimismo, la debacle de estas FF.AA nos traerá el nacimiento de unas mejores. Necesitamos Fuerzas Armadas en serio. Las actuales sirven para poco: para desfilar, para alguna misión de las Naciones Unidas (parte del sistema) o para mantener un poco de orgullo después de la sombra ominosa del Proceso y de Malvinas.

Habrá que reconstruirlas sobre bases nuevas, sobre las de siempre, sobre las que estableciera el General Don José Francisco de San Martín. Queremos FF.AA dignas, patriotas, comprometidas y victoriosas, acompañadas de dirigencia con “pantalones largos” y corazón “azul y blanco”. No queremos ver llorar en los estrados judiciales, a nuestros generales porque en su momento no supieron proceder como soldados.

Para ello harán falta hombres de carácter, vocación y responsabilidad para asumir la Patria toda (solo hace falta recordar a algunos como los Generales: Ricchieri, E. Mosconi, D. Savio, Juan Pistarini, Valle, Juan Domingo Perón, Juan E. Guglialmelli, Sergio Fernández, o el Cnel. Domingo Mercante, el Brigadier Juan I. San Martín, y el Almirante Castro Madero).

(alguien dijo “no hay Defensa Nacional sin Revolución Nacional”).

Sabemos que hoy no es fácil hablar de patriotismo, nacionalidad, o de gestos de desprendimiento. Acaso se trata de términos ya devaluados. Sin embargo, la esperanza es lo último que debe perderse aún en la crisis.

¡Oíd mortales, el grito sagrado!

¡Al pueblo Argentino salud!

¿Se entiende? Compatriotas.

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