Oscar Pérez lleva una cruz de palo santo que tiene intenciones de que recorra el país y sea colocada finalmente en el Cementerio de Darwin, en Malvinas.

"He decidido hacer esta peregrinación para llevar la cruz de los jóvenes argentinos al encuentro con Mamá María en Luján; para que la buena noticia siga siendo difundida en este pueblo argentino tan herido y dividido; para poder llevar a tantos corazones como sea posible todo lo que nuestro querido Papa Juan Pablo II nos dejó", explicó Oscar Alberto Pérez.

El joven de 22 años es estudiante de Abogacía y vive en Resistencia, provincia de Chaco. Partió desde la Catedral de su ciudad el 17 de agosto pasado motivado por esos objetivos, entre otros. Su meta final es la Basílica de Nuestra Señora del Luján, adonde pretende llegar el 5 de octubre llevando una cruz de palo santo (de 1,20 metro de alto y que pesa 20 kilos), que fue tallada por un amigo escultor.

Munido de una mochila "con todo el equipo necesario para vivir en la ruta", aclaró, pretende hacer todo el trayecto a pie, que en total será de 1.066 kilómetros. Sus próximas paradas serán en Coronda, Rosario y San Nicolás, adonde tiene previsto sumarse a una peregrinación. Tras recuperarse unos días, seguirá rumbo a Campana, en la provincia de Buenos Aires.

"La idea es que los últimos 53 kilómetros, desde el acceso de Campana hasta Luján, lo haga en compañía de amigos y familiares, además de gente de Villa Ocampo, Reconquista y Avellaneda que fui conociendo en el camino y que quedaron en sumarse. Nos encontraremos el 4 de octubre al mediodía y a la tarde salimos para Luján", relató.

Aseguró que "es la primera vez que se hace algo así y no cuento con apoyo de una ambulancia, equipo de hidratación u otros. La cruz ya fue bendecida en Resistencia, en Itatí (Corrientes) y quiero que también sea bendecida en Luján. El 5 de octubre a la tarde marcharé hasta Plaza de Mayo, adonde pasaré la noche para esperar a la presidenta Cristina en la Casa de Gobierno para que me reciba. Esperaré ahí hasta que algún día me reciba".
Con la presidente

Oscar Pérez agregó respecto a esa etapa de su recorrida que "quiero contarle lo que estoy haciendo y pedirle que me ayude para que la cruz recorra todo el país y llegue a tantos jóvenes como sea posible. Quiero que, de acá a cinco años, la cruz sea llevada al cementerio argentino de Darwin, en Malvinas, y que quede allí, junto a los jóvenes que no pudieron volver. También quiero entregarle en manos una solicitud para crear un hogar para chicos de la calle en Resistencia pero también en cada una de las localidades que recorrí en mi camino hasta Luján, en el término de cuatro años; además de un petitorio con información para ver la posibilidad de tener una nueva ley de educación que tenga en cuenta nuevos conceptos en relación a las fechas patrias y la cuestión Malvinas".

Allí terminaría su recorrida y tiene previsto volver a Resistencia y comenzar a organizar un encuentro de jóvenes en el Chaco y -sucesivamente- uno por mes en todas las provincias, para terminar en un nacional de donde puedan salir dos chicos representantes de Argentina que participen, en 2011, en Madrid, España, de la Jornada Mundial de la Juventud.
Un cambio radical

Oscar Pérez advirtió que "hace tres semanas hice un replanteo de mi vida y decidí dejar todo por esta causa. Me di cuenta que tuve de todo: buena familia, amigos, trabajo, estudio, salud y nunca me faltó nada. Por eso me dije que tenía que hacer algo que me costara realmente y que sirva para cambiar un poco la vida de algunas personas".

Por último, aclaró que "salí de Resistencia con el rechazo del gobierno y de la Iglesia pero cuando empezaron a ver que tenía colaboración de la gente de Santa Fe, con un vaso de agua, un pedazo de pan o sólo una charla, me dieron el apoyo".

Oscar ya había recorrido la mitad de su camino con la cruz y, a pesar de comenzar a sentir las consecuencias físicas de su desafío, pretende seguir firme, aunque no podrá llevar su mochila porque tiene mucho peso. "Tengo que seguir cueste lo que cueste para llegar a Luján y después a Capital. Me alienta el hecho de que conocí a tanta gente en Santa Fe, que me va a acompañar en los últimos tramos, además del apoyo de los ex combatientes de Malvinas. Creo que en mi vida me voy a olvidar de esta experiencia".
Afecto y apoyo

El peregrino oriundo de Resistencia aseguró que "mis amigos y mi familia están de acuerdo, aunque al principio no lo tomaron con agrado pero les dije que me iba igual. A medida que fui avanzando, la primera semana era como un fantasma, nadie me registraba. Pero después que pasé por Santa Fe esto se hizo público y los ex combatientes tomaron contacto conmigo para garantizarme el recibimiento de las personas en las distintas ciudades y pueblos que iría atravesando. Me van haciendo el apoyo cinco kilómetros antes de llegar a cada pueblo".

En este sentido, planteó que "ellos tomaron contacto conmigo porque se enteraron de que pretendía que la cruz quedara en Malvinas y creyeron en esto. Por eso, decidieron ayudarme en la medida de sus posibilidades. Además, desde que pasé por Avellaneda y Reconquista me llegaron más de 1.500 mensajes de textos y he recibido más de 10 llamados por día. No sé cómo voy a devolver el afecto brindado por la gente".

Y agregó: "Me llamaron personas judías diciéndome que por más que no creen en mi camino a Luján, creen en el esfuerzo y que quieren colaborar conmigo; también dos personas evangélicas que tampoco creen en la Virgen pero sí en la cruz que estoy llevando. No me esperaba estas respuestas y creo que no me lo merezco porque soy como cualquier persona, con miles de errores y aciertos, incluso hace muchísimos años que no piso una iglesia. Pero dije que tenía que hacerlo".
Para contactarse Oscar Pérez quiso dejar su número de celular para que la gente pueda comunicarse con él durante el resto de su recorrida a Luján. Es el siguiente: (03722) 152-60751.

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