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Fuente:
Diario Chaco |
19/08/08 |
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Hacia Malvinas con una cruz sobre su espalda | ||
El chaqueño Alberto Pérez piensa recorrer 20 kilómetros por día, guiado por su fe y la convicción de que el país puede cambiar con el esfuerzo de todos. Tiene 22 años, y estudia Abogacía. Afirma que su fe y memoria lo guiarán en esta peregrinación que inició en el mediodía de ayer... Con los cálculos hechos, partió desde la Asociación de Veteranos de Guerra “2 de Abril” Corrientes (Alberdi 2100) completando el equipo con el que se propone transitar 20 kilómetros por día en la ruta 11. El mediodía del lunes feriado fue elegido por Alberto Pérez,
un joven chaqueño de 22 años, para cumplir con una ambiciosa
travesía que hace tiempo viene organizando: peregrinará
a pie y llevando sobre su espalda una cruz de manera de 20 kilos hasta
la Basílica de Luján para bendecirla y finalmente dejarla
en el cementerio de Darwin en las Islas Malvinas, donde yacen los cuerpos
de aquellos que cayeron en guerra. Antes de partir explicó que se trata de una decisión propia y nadie lo indujo a iniciar esta travesía que significa un recorrido de 1.200 kilómetros en una primera etapa hasta Luján, provincia de Buenos Aires. “El corazón está preparado; las piernas se van a cansar un poco pero con ayuda de la fe y la memoria voy a llegar”, expresó. Tras comentar que la cruz que llevará en sus hombros mide cerca de un metro con 30 centímetros y pesa alrededor de 20 kilos, señaló que según su estudio del circuito que hará, durante la mayor parte del camino no tendrá punto de apoyo, es decir, que permanecerá sin pasar por ningún centro poblado. “Si las condiciones meteorológicas no dan, pararé”,
adelantó el joven mientras preparada todo en la sede de la Asociación
de Veteranos de Guerra “2 de Abril”, ubicada en avenida
Alberdi 2100. De allí partió hacia la avenida Soberanía
Nacional para luego tomar la ruta 11 hacia la provincia de Santa Fe. “He decidido hacer esta peregrinación…Para llevar la cruz de los jóvenes argentinos al encuentro con Mamá María en Lujan. Para que la Buena Noticia siga siendo difundida en este pueblo argentino tan herido y dividido. Para poder llevar a tantos corazones como sea posible todo lo que nuestro querido Papa Juan Pablo II nos dejo. Para demostrar que aún no está todo perdido, mientras mantengamos encendida la llama de la Esperanza, una nueva realidad, un nuevo país será posible. Para darle una posibilidad a todos los que abandonaron el camino de sus sueños de que recapaciten y se den cuenta que ¡Nunca deben rendirse! Y si ese momento llegase, que lo afronten guiados por Jesús, quien es el Camino, la Verdad y la Vida. Para que los jóvenes argentinos se sientan más comprometidos con su rol dentro de la Sociedad y dentro de la Iglesia. Para que todos seamos mas solidarios, más abiertos al dialogo y por sobre todo al Perdón. Lo haré también por los que no creen y tienen sus corazones cerrados, rezare cada kilómetro por ellos. Lo haré por los niños que sufren día a día, para que ellos algún día tengan la posibilidad de una mejor vida. Lo haré por todas aquellas personas que día a día buscan motivos para dañar a otros, viven de la envidia, el odio y el egoísmo, lo hará por ellos también. Creo que, como lo expresa el libro “El Alquimista”, Dios escribió en el mundo el camino que cada hombre debe seguir. No se si este será mi camino, lo que si se es que les podría servir a muchas personas y si eso sucede, la importancia de que sea o no mi camino, es la misma. Para el cumplimiento total de lo pactado, según muchas personas, no es necesario hacer tal peregrinación, pero es mi manera de enfrentar o mejor dicho, de transitar por la vida…Tal vez no todo lo previsto en el presente proyecto haya salido a la perfección, pero no por ello perderé de vista mi sueño tan anhelado; me dejaré guiar por las Señales de Dios. En muchos momentos sentí miedo, dude, pero aún así seguí adelante, entendiendo que debía abandonar otros caminos para poder empezar a dar los primeros pasos en esta peregrinación. Se que estaré rodeado de miles de inconvenientes, de muchos peligros, de cosas que tal vez escapan a mi comprensión, pero creo sinceramente que vale la pena. Recorrer todo el camino será lo más parecido a descubrir un tesoro. En cada paso que de, una parte del tesoro se desvelará. En el camino a Lujan aprenderé lo necesario para llegar a destino y para emprender nuevas peregrinaciones. Una cosa es que creas que estas en el camino cierto; otra es creer que es el único. Jamás podemos juzgar la vida de los demás porque cada uno sabe de su propio dolor y de sus renuncias. De A orillas del río Piedra...”. |
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