S.M. (R)
VGM JORGE SAUL PIAGGI
Recuerdo aquel inolvidable día en la BASE AÉREA MILITAR
CÓNDOR en nuestras queridas ISLAS MALVINAS. A las cinco de la
mañana nos despertamos sobresaltados con el grito de ALARMA,
en pocos minutos estábamos todos al costado de la escuela donde
dormíamos, amontonados en la oscuridad sin saber lo que realmente
pasaba hasta que llegó el Teniente LOMBARDI y nos dijo que estaban
bombardeando PUERTO ARGENTINO y así todos juntos nos dirigimos
hacia la pista.
Con DUARTE recordábamos las tareas que nos quedaban por hacer
en algunos aviones. Ya una vez en la pista y entre las máquinas
el Teniente SANTINI recibió la orden de retirar las bombas con
que estaban cargados (4) cuatro PUCARÁS que saldrían de
inmediato solamente con armamento fijo (cañones y ametralladoras).
Finalizada la tarea decidimos continuar el trabajo que veníamos
haciendo desde días anteriores, (preparación de bombas,
municiones, cohetes, etc.), el resto del personal se dispersó
entre los aviones para colaborar en la puesta en marcha, sacar pines
de seguridad del armamento, etc.
El día ya había aclarado y los aviones comenzaron a despegar.
El tercero de ellos en plena carrera de despegue rompió el tren
de nariz y se clavó en la pista, sin consecuencias graves para
el piloto al que ayudamos a salir inmediatamente.
De pronto escuchamos la "ALARMA" y el ensordecedor tableteo
de los cañones de 35 mm. Antiaéreos. En el radar había
aviones enemigos, no obstante al rato volvimos a la normalidad pues
los ecos habían desaparecido. Salimos de las trincheras y volvimos
a la pista para sacar el avión accidentado. Dejar la pista libre
para próximos despegues nos demandó aproximadamente unos
15 minutos de labor. Mientras esperábamos nuevas órdenes
en la carpa degustábamos un exquisito pan dulce que nos habían
mandado desde Reconquista el día anterior.
A las 08:20 de la mañana el teniente JUKIC se arrimó a
la carpa y nos avisa que va a salir una escuadrilla armada con cohetes
y se dirigió al avión (A-527) que estaba en frente de
la carpa. De inmediato dejamos la carpa los mecánicos y armeros
que en ese momento estábamos juntos. Salimos conversando con
Duarte y decidimos ir a completar la carga del A-527.
Habríamos recorrido unos veinte metros y faltando unos diez para
llegar al avión donde estaba JUKIC, de pronto vi unas sombras
que pasaban por encima del PUCARÁ que estaba delante nuestro.
Aproximadamente a unos veinte metros de altura, se divisaban las inconfundibles
siluetas de los HARRIERS. También alcance a ver una nube de bombas
tipo racimo que habían lanzado y se nos venían encima…
grité "mirá DUARTE" e instintivamente creo que
me tiré al suelo… algunos que nos vieron luego nos comentaron
que no lo logramos pues no nos dió tiempo a nada.
Inmediatamente comencé a escuchar las explosiones, tierra que
me cubría y el horrible dolor de las esquirlas entrando en mis
piernas. Cuando cesaron las explosiones comencé abrir los ojos,
no se veía nada por la cantidad de humo y el olor era impresionante,
también escuché como si algo ardiera. Me di vuelta…
lo primero que miré fueron mis piernas… pensé: todavía
las tengo… levanté la vista y veo al PUCARÁ que
estaba delante nuestro segundos antes envuelto en llamas. Diviso debajo
del ala derecha un cuerpo inmóvil; después supe que era
el del Cabo Primero MONTAÑO. Busqué a DUARTE que estaba
a mi lado, para decirle que saliéramos de allí, pero no
me respondió: mi gran amigo ya no me respondería…
iba camino al cielo. A mi izquierda, muy mal herido, se encontraba el
Cabo Primero BRASHICH que fallecería mas tarde en PUERTO ARGENTINO.
En realidad había varios cuerpos inmóviles que no se distinguían
por el humo. Una explosión me hizo volver la vista al avión
que ardía… comenzaba a detonar el armamento que le habíamos
montado: municiones 20 mm. y cohetes.
Intenté incorporarme para salir de allí y dirigirme hacia
la carpa o lo que quedaba de ella pero no pude… el dolor en las
piernas era espantoso por lo que debí arrastrarme.
Llegue a la trinchera que la rodeaba, me zambullí y me quede
allí, comenzaba a tener frío pues estaba muy mojado con
sangre. Me sobresaltó una tremenda explosión y de inmediato
una lluvia de fuego… caía combustible ardiendo… había
explotado el avión… se incendió la carpa…
al lado se encontraba el polvorín de campaña... que macana
che... había que salir de allí y lo más pronto
posible. Salí del pozo como pude y comencé a arrastrarme
hacia otro lado hasta que una mano me ayudó y me alejo de la
zona, era el Teniente ROSAS. Unos veinte minutos transcurrieron hasta
que cesaron las explosiones. El Suboficial Ayudante ACEVEY se acercó
y me cubrió con una manta, tenía mucho frío. Me
cargaron en una camioneta y me llevaron al costado del puesto de comando
donde se encontraban los demás heridos y fallecidos… me
aplicaron un calmante… de inmediato nos subieron al helicóptero
que nos trasladaría al hospital de PUERTO ARGENTINO. Recuerdo
que a mi lado estaba el Cabo RODRIGUEZ y el Cabo Primero CARRIZO muy
mal herido. Fue el viaje mas largo de mi vida… treinta minutos
tirado en el piso. Momentos antes de llegar RODRIGUEZ me toca y con
su mirada me dice que CARRIZO ya nos había dejado también,
el horror continuaba. Ya en PUERTO ARGENTINO nos llevaron a un hospital;
para mi asombro no éramos los únicos… estaba lleno
pues se encontraban los heridos del primer bombardeo de PUERTO ARGENTINO.
Nos sacaron la ropa y comenzaron las intervenciones por parte de los
médicos que se portaron en forma excelente. A partir de allí
comenzaría una larga y penosa convalecencia… la metralla
había hecho estragos en mis piernas y cintura.
Ese día fallecieron el Teniente DANIEL JUKIC, Cabo Principal
MARIO DUARTE, Cabo Principal JUAN ANTONIO RODRIGUEZ, Cabo Primero MIGUEL
ANGEL CARRIZO, Cabo Primero JOSÉ MALDONADO, Cabo Primero AGUSTÍN
MONTAÑO, Cabo Primero JOSÉ LUIS PERALTA, Cabo Primero
ANDRÉS BRASHICH y los Soldados Clase 63: GUILLERMO GARCÍA
y HÉCTOR BORDÓN.
¡COMO OLVIDAR AQUEL 1 DE MAYO !
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