Buenos Aires. En respuesta a su felonía, se impidió por varias horas que el Crucero toque puerto. Seis kayaks, vengalas y cánticos patriotas no dejaron impune las andanzas del crucero...

Desde la medianoche de hoy, seis kayaks, con bengalas, bombas de estruendo y cánticos, amedrentaron al crucero turístico que días atrás había enarbolado en dos ocasiones el pabellón rojo británico, en vez de la bandera de su nacionalidad, frente al puerto de Ushuaia.

Ante el temor, el Crucero turístico que debía amarrar en el puerto de Buenos Aires a las 5 de la mañana, recién hizo lo propio a las 11 horas. A las 18 horas de hoy, tiene prevista su partida hacia Montevideo.

Ya son cuatro las compañías que, a partir de las campañas de información y de resistencia a la prepotencia inglesa, decidieron cumplir con la ley Gaucho Rivero (no ir a Malvinas), ley que el Star Princess no acata: Aida Cara, Seven Seats, Regatta y Silver Cloud.

En ese contexto, la aplicación de la ley Gaucho Rivero asegura:

· Que los 16 millones de dólares que la industria de los cruceros deja en las islas Malvinas se reparta entre Puerto Madryn y Ushuaia, puntos turísticos de similares características.

· Que un tercio de la población implantada en Malvinas, que vive del turismo cinco estrellas, vaya a la quiebra.

· Que el imperio británico sea estrangulado económicamente en la usurpación.

Las Agrupaciones que adhirieron y se hicieron presentes en el puerto fueron: Resistencia Malvinas, Grupo Cóndor, CGT Ushuaia, CTA Ushuaia, S.u.p.a.as (Sindicato Unido De Portuarios Argentinos del Atlántico Sur), La Gaucho Rivero.

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