Miembros del Centro Brasileño de Solidaridad hacia los Pueblos y Lucha por la Paz (Cebrapaz) se concentraron en el Aterro de Flamengo, uno de los lugares del trayecto de la carrera que realizó el príncipe Harry, quien desde el pasado viernes visita por primera vez la ciudad carioca.

El príncipe, de 27 años y tercero en la sucesión del trono británico, se encuentra en Brasil puramente por fines vinculados con el deporte. De hecho, su agenda incluía tomar clases de voley playa con la medallista olímpica Adriana Behar, enseñar rugby a niños y adolescentes y visitar una favela (posiblemente el Complejo El Alemao). Sin embargo, la tirantez entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía en el Atlántico Sur hizo que Brasil tomara partido por la causa argentina y repudió la visita real.

Le cantaron las 40 . La llegada de Harry a Brasil estuvo signada por los inconvenientes, ya que el viernes fue criticado por el cantante británico Morrissey durante un concierto en Río de Janeiro. El ex cantante de The Smiths, conocido por sus cuestionamientos a la casa real británica, se refirió a la supuesta avaricia del tercero en la línea de sucesión al trono.

“Como ustedes saben, hoy (viernes) Harry está aquí. Él viene a tomar vuestro dinero. Por favor, no se lo den”, exhortó el cantante, por lo que hubo abucheos para el atribulado visitante de la casa real.

En Argentina, Morrissey ya había realizado provocativas declaraciones durante un concierto en Córdoba, el 2 de marzo, cuando afirmó que las Islas Malvinas “pertenecen a Argentina”. “Todo el mundo sabe las Islas Malvinas pertenecen a Argentina”, señaló en esa oportunidad.