María Delicia Rearte dijo que los veteranos de la Guerra de Malvinas
deben ser rescatados del olvido y afirmó que la Cancillería
exhibe una actitud de poca firmeza frente a Gran Bretaña...
"En este momento hay que rescatar la sangre de nuestros hombres
que han quedado en Malvinas y la vida de los que volvieron. Esto no
tiene precio y tenemos que dejarnos de tonteras acerca de si la guerra
estuvo bien o mal o si era el momento oportuno. Para la guerra, no hay
ningún momento oportuno".
De esta manera eligió evocar ayer María Delicia Rearte,
madre del capitán de fragata (post mortem) Pedro Edgardo Giachino,
la gesta del Atlántico Sur, a casi 25 años del desembarco
en Puerto Argentino.
Con 84 años de edad y una vitalidad tanto física e intelectual
que asombra, Rearte llegó en la antevíspera procedente
de Mendoza capital para participar hoy, a las 10, de la inauguración
del playón "Héroes de Malvinas", en el acceso
al puerto de Ingeniero White por calle Vélez Sarsfield.
Su última visita había sido, precisamente, hace un cuarto
de siglo, cuando participó de la capilla ardiente en memoria
de su hijo, realizada en la iglesia Stella Maris de la Base Naval de
Puerto Belgrano.
Hoy, 25 años después, no dudó en aceptar la invitación
del Centro de Veteranos de Guerra de Bahía Blanca y hacerse presente
en un nuevo homenaje a quienes lucharon en el conflicto del Atlántico
Sur.
"Nunca creí que después de aquel 2 de abril de 1982
iba a poder sobrevivir a un hecho tan importante, que marcó un
antes y después de la Argentina. Ahora la cosas no han cambiado
mucho. En algún punto se ha deteriorado y en otras hay como un
aliciente, porque existen muchos más testimonios, más
documentación y se ha tomado un poco más de conciencia
de lo que fue la Guerra de Malvinas, aunque falta muchísimo todavía",
dijo.
En tal sentido, explicó que recién durante los últimos
años los veteranos comenzaron a hablar de la guerra.
"Esta es una señal positiva, pero no se advierte lo mismo
en cuestiones diplomáticas o de gobierno, porque en eso vamos
siempre para atrás. Me parece que es un esfuerzo personal el
que debemos hacer para sacar a Malvinas adelante y que se reconozca
lo que significó para el mundo, no solamente para la Argentina
y para América", consideró.
En otro tramo del diálogo mantenido con "La Nueva Provincia"
, la madre del primer militar argentino muerto en el conflicto, se excusó
de hablar sobre determinadas cuestiones, como la aparente falta de preparación
de los conscriptos que fueron enviados al frente de combate.
"Ahora eso debe quedar de lado. Sabemos que las guerras no han
sido bien preparadas ni planificadas y, desde que el mundo es mundo,
ha habido errores tremendos.
"En este momento --agregó--, hay que rescatar la sangre
de nuestros hombres que han quedado en Malvinas y la vida de los que
volvieron. Eso no tiene precio y ya tenemos que dejarnos de tonteras
acerca de si estuvo bien o mal o si era el momento oportuno. Para la
guerra, no hay ningún momento oportuno".
Expresó, además, que continúa bregando por una
reivindicación histórica del veterano de guerra.
"Para mí, el hombre que ha estado en Malvinas merece el
respeto más increíble. Yo me inclino incluso ante quienes
no han sabido encontrar el rumbo, que a lo mejor no llevan con dignidad
su condición de veteranos, porque todo eso ha sido resultado
de la forma ignominiosa en que el gobierno de ese momento recuperó
a los combatientes", dijo.
"Y no es una cuestión de plata --continuó-. Uno puede
vivir en la miseria más espantosa sabiendo que tiene el honor
de haber defendido a su patria, pero muchos se desviaron por la forma
en que fueron tratados y los que gracias a Dios han podido tener una
vida digna son privilegiados, pero todos sufrieron lo mismo. Por más
que tenga una pena enorme por lo que me sucedió, jamás
podré saber lo que han vivido ellos, ninguno de nosotros puede
hacerlo".
Luego insistió en afirmar que los gobiernos argentinos, desde
la guerra, no han mantenido en alto la causa Malvinas.
"Los ex combatientes han recibido una bofetada. No hay un solo
gobierno que se haya ocupado de Malvinas dignamente. Ahora, el canciller
rechazó la oferta de Gran Bretaña de festejar y le contesta
que la Argentina no acepta. Es un atropello que a uno lo inviten a festejar
la muerte de sus hijos, entonces, me parece que las respuestas son flojas",
dijo.
Rearte cuestionó, en el mismo plano, que se permita a la hija
de Margaret Tatcher venir al país a filmar un documental que
se llamará "La guerra de Mami".
"Hay cosas inaceptables. Por otro lado, yo, que he estado en Malvinas,
he visto la fortaleza que tienen los ingleses. Eso no se ve ni en las
películas", puntualizó.
"Mi hijo sabía que iba a la muerte"
La orden de recuperar Malvinas de manera incruenta fue, según
la madre del capitán Giachino, un hecho que engrandece aún
más el operativo Rosario.
"Es la única vez en la historia donde un operativo de este
tipo fue hecho de la manera en que se concretó, es decir, sin
causarle bajas al enemigo. No puede ser que se vaya a recuperar un territorio
usurpado y que la condición sea incruenta y esto se cumplió
al pie de la letra.
"Cayó el capitán Giachino, pero no se derramó
una gota de sangre inglesa. Para los ingleses fue una rendición
ignominiosa y ante la amenaza de un hombre moribundo, con una granada
en la mano, piden la rendición. Eso seguramente los ingleses
no nos lo van a perdonar nunca", comentó.
Rearte dijo los ingleses conocieron con suficiente antelación,
y gracias a la colaboración chilena, las intenciones militares
argentinas.
"Eran unos 90 Royal Marines, que decidieron resguardarse todos
en la casa del gobernador. Esperaron a oscuras a nuestros hombres. En
los primeros momentos, con mi hijo eran sólo 16 y se movían
de un lado a otro para que los ingleses creyeran que estaban rodeados
por una fuerza mucho mayor", expresó.
Cuando lo hirieron, Giachino no quiso que lo tomaran prisionero y amenazó
a los ingleses con lanzarles una granada.
"Mi hijo sabía que iba a la muerte. El quería la
rendición y lo consiguió. Obviamente que quisiera tenerlo
vivo, pero en este momento, con la situación política,
económica y social que vive el país, el desastre que veo
en las Fuerzas Armadas, yo prefiero que esté donde está.
Lo digo sinceramente", concluyó.
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