La plataforma británica ya recorrió medio Océano Atlántico. Hasta el momento, bordea el continente africano y se abastece en sus puertos...

Desde Groenlandia, tras no hallar petróleo y sufrir el escrache de activistas ambientales, por no cumplir con los requisitos mínimos de seguridad, la plataforma abandonó el Océano Atlántico Norte, rumbo al Mar Argentino.

Desde hace casi veinte días, navega rumbo sur-este, evitando hasta el momento navegar por aguas de los países iberoamericanos, y hacerlo por el noroeste africano. En ese plan de ruta, ya ha llegado a las Islas Cabo Verde, así como lo hicieran los buques de guerra británicos cuando se dirigían a las Islas Malvinas en el conflicto bélico de 1982.

No es un barco de guerra, no tiene armas ni bombas, pero es una plataforma petrolera que viene en búsqueda del oro negro. Una invasión silenciosa, una guerra por los recursos naturales, la cual ya se está librando en el Atlántico Sur desde el año 2010, cuando arribara la primera plataforma petrolera Ocean Guardian.

Las Cabo Verde se encuentran al oeste de África, frente a las costas de Senegal y Mauritania. Es la bienvvenida al Atlántico Sur.

Esta nueva plataforma, la británica Leiv Eiriksson, llegará en febrero al este de Ushuaia, para iniciar una nueva búsqueda de petróleo en el Mar Argentino al sur y este de Malvinas. Algunos de los pozos a explorar se encuentran más cerca de Ushuaia y de la Isla de los Estados en Tierra del Fuego, que de la propia capital de las Islas Malvinas, Puerto Argentino.

Se espera que se abastezca en los puerto de Cabo Verde y prosiga rumbo sur. Veremos en el transcurso de los días, si intenta abastecerse en algún puerto al sur de Brasil, o de Uruguay...

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