Dicen ser víctimas de "hostigamiento" con avisos o identificaciones para que no crucen sus aguas camino del caladero o Montevideo...

P. PIÑEIRO - VIGO La disputa por la soberanía sobre las islas Malvinas que mantienen Argentina e Inglaterra tiene sus efectos también en la flota de capital gallego que faena en el Atlántico Suroccidental y es que, según aseguran los armadores afectados, el medio centenar de barcos de empresas mixtas pero de capital gallego que operan en aquel caladero pero bajo pabellón malvino son víctimas del "acoso" y "hostigamiento" a que las someten las patrulleras argentinas para evitar que transiten por las aguas de su país.

Así lo asegura Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo y vicepresidente de Acemix, la asociación que agrupa a estas empresas pesqueras.

Esta estrategia de "hostigamiento" se traduce, según Touza, "no en retenciones sino en avisos, intimidaciones, identificaciones, comunicaciones o recordatorios de la norma dictada en Argentina en virtud de la que no se permite el paso por sus aguas territoriales de buques con suministros para las plataformas petrolíferas en las islas, cuando nosotros somos pescadores y nada más".

Touza señaló que la estrategia de las patrulleras argentinas es "más intimadatoria" que basada en la voluntad de "parar un barco, pero eso nos causa unos grandes problemas logísticos y perjuicios importantes porque para no atravesar aguas argentinas nos vemos obligados a realizar grandes rodeos, con el consiguiente alto consumo de combustible y pérdidas de un tiempo que, a veces, no tenemos porque tenemos contenedores esperando en un mercante para cargar nuestra mercancía".

El "paso inocente"
También cuestiona Touza y pide en nombre de la flota afectada que Argentina respete el principio del "paso inocente de los buques pesqueros que se dirigen al caladero o a Montevideo, que siempre se respetó; nosotros no tenemos nada que ver en las disputas políticas o diplomáticas; sólo somos pescadores y pretendemos trabajar y si estamos en las islas es porque es donde está el recurso".

Ante tal situación, los armadores afectados, avanza Touza, se han visto obligados a dar orden a sus barcos de que no pasen por aguas argentinas para evitar vernos metidos en un conflicto pese a las consecuencias negativas que eso nos comporta". Finalmente, Touza indica que "yo no le quito la razón ni opino sobre las razones argentinas pero hay una norma que es el paso inocente y creemos que por cuestiones políticas a veces no se respeta".

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