A 28 años de un hecho histórico

06/04/2010

A 28 años de un hecho histórico, que en el siglo pasado, marcó a más de una generación, es necesario hacer un recordatorio, a todos aquellos que por destino terrenal y designio de Dios, han quedado como fieles testimonios en aquella helada extensión de nuestra querida Patria.

Sus vidas ofrendadas, tras el fragor de la batalla, dice más de lo que muchos puedan pensar. Dicen que las armas de las Fuerzas de la Nación en su conjunto, han crecido en ese preciso momento de la historia, haciendo hombres gestores de estímulos, de vivencias, de desarraigo, de sangre caliente. De lógicos y personales deseos de liberar a su Patria; emulando hazañas de otros tiempos, arrebatando de la opresión irracional al enemigo, interesado en querer mancillar belicosamente nuestro archipiélago malvinero, de las entrañas mismas de nuestra Nación.

Sepa el pueblo argentino, que nada se da porque si. Todo tiene una lógica. Y es precisamente, aquella guerra de 1982, un llamado de atención al interior de nuestro Pueblo y a las comunidades del mundo todo. Fue esta voz, el grito desgarrado elevado al cielo, encrestado en las saladas olas en su inmensidad oceánica, cual trágico tsunami debía llegar a oídos de los demás.

Es hoy, cuando los familiares con la tez marcada en surco dibujado con el llanto ya seco, por aquellos que nunca jamás volverán, sientan la ausencia de su ser querido valorando su acción de vida.

A 28 años de aquella gesta, son los veteranos de guerra, los que afrontan todavía los resabios de aquellos hechos. Son los veteranos de guerra, los que siguen recordando todos los días, cada momento, ninguno igual a otro de la vivencia de una guerra. Son los veteranos de guerra, los que dicen a la sociedad - fuimos a defender lo nuestro, con lo que teníamos; fuimos a defender lo nuestro con el corazón y la sangre cual otrora guerrero de contiendas marcadas en sendas páginas, de los libros de la historia.

Sea pues esta nuestra sociedad, la que nos juzgue e interprete la delicada acción de entonces.

Por esto, elevo y manifiesto en mérito a la sagrada sangre allí derramada, de cada hombre que la ofreció.

Por todo esto, el reconocimiento legitimado y franco a sus familiares y amigos.

Por todo esto, queridos veteranos de guerra; sientan que una vez la Nación nos llamó y a ese llamado acudimos, respondiendo como corresponde a un soldado de la Patria, hecho en lo excelso de un juramento…

“¡¡¡Juráis a la Patria defenderla hasta perder la vida!!!...

¡¡¡Sí juro!!!

Luís Antonio Salas Paredes

Suboficial Mayor ( R )

Veterano de Guerra de Malvinas

Presidente Centro de Veteranos de Guerra "Concepción del Uruguay"

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