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Envía esta noticia a un amigo | 06/11/2009 |
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"El loco de Malvinas" | |||||
Es Eldi Walter Carrizo, conocido como “El Loco de las Malvinas”. Hace un año fue sometido a juicio acusado de abuso de una menor, pero se lo sobreseyó. Hoy está en Inglaterra pidiendo por la soberanía de las Islas. El viernes pasado el noticiero de mayor audiencia del país le dedicó un espacio central, bajo el título “El Quijote de Malvinas”. Sorprendió muchos vecinos de El Calafate el informe central
que “Telenoche” emitió al aire el pasado viernes.
Bajo el título “El Quijote de Malvinas”, el periodista
Mario Markic, se ocupó de contar las “aventuras”
de Eldi Walter Carrizo, un habitante que en nuestra localidad es conocido
como “El Loco de Malvinas”. Ubicado en paseo público londinense, con banderas argentinas desplegadas sobre los cercos de la plaza, Carrizo fue retratos entregando folletos a los transeúntes, muchos de los cuales elogiaban en cámara su actitud. “Es un buen argentino” se animó a afirmar un turista. Hace exactamente un año, a fines de octubre de 2008, Carrizo también fue noticia. Esta vez porque la Justicia provincial lo sobreseyó definitivamente durante un juicio en el que se lo acusaba por abuso sexual de una menor con retraso mental. Por tener más de 70 años de edad, el hombre había pasado un año bajo el régimen de prisión domiciliaria. Ahora regresó al Reino Unido, lugar que había visitado
por lo menos en dos oportunidades, con un solo objetivo: “pisarle
la cola al León Inglés “, afirmaba a todo aquel
que le dedicaba unos minutos para escucharlo. El reclamo de su vida Domingo soleado en Hyde Park. El parque londinense rebosa de gente dando vueltas. En la esquina conocida como Speaker´s Corner un hombre de barba grita sin parar envuelto en banderas. Un Bobby (como se conoce a los policías ingleses) le acerca un cajón para que se pare encima. Según un decreto de 1872 todo ciudadano del mundo tiene el derecho cada domingo de reclamar lo que se le venga en gana, criticar a la reina o a sus ministros. Con un par de condiciones: no debe pisar suelo ingles, por lo que se debe arengar parado sobre un banco o escalera, y no se deben utilizar banderas de ningún tipo. Eldi, el barbudo de las banderas, patea el cajón gritando: “Voy a dejar de pisar el suelo inglés el día que ustedes dejen de pisar las Malvinas, y las banderas si quieren sacarla, háganlo ustedes, pero se va a saber”, mientras apuntaba a los policías con su vieja máquina de fotos. Los bobbys se miran confundidos, saben el valor que la bandera tiene para los argentinos, temen un conflicto diplomático y re retiran refunfuñando por lo bajo. Decenas de argentinos se fueron sumando al reclamo, y entre mates y charlas le hacían el aguante a Carrizo, el Loco de Malvinas. Antes de despedirse entre abrazos, el himno salía de esas gargantas en el exilio, como un respiro profundo que les recordaría el terruño lejano. Cuatro veces repitió este ritual, quedándose en casas de amigos que le dio su vida trashumante. Sin ningún tipo de ayuda oficial, marcha Eldi hasta Inglaterra con su reclamo. Ahora se dirige a su quinta visita al Speaker´s Corner mientras prepara otro sueño: “Yo quiero vender acá. La finalidad va a ser vender todo esto, me compro un motorhome para recorrer la Argentina y dar charlas. No pido nada al gobierno porque nunca me dieron ni cinco centavos”. Si algo queda claro al conversar con este hombre es que es un especialista en la historia de las islas y su tarea cotidiana es la de difundirla. Otro de sus grandes amigos, e inspirador para Carrizo, fue el piloto Miguel Fitzgerald, argentino de raíces irlandesas que en 1964 y como autorregalo de cumpleaños levantó vuelo en su pequeño avión Cessna monomotor y marchó destino a las remotas islas. Allí plantó la bandera y dejó sentado por escrito su reclamo de soberanía al entonces gobernador británico Thompson. Copia fiel del mismo se encuentra entre los cientos de papeles y documentos que atesora Eldi en su “bunker” de El Calafate. Su plan es pacífico, nada de armas ni exabruptos diplomáticos. Solo el amor. “Mi idea es sembrar para cosechar más adelante cuando recuperemos las islas ya que los ingleses no la quieren a Malvinas, es un gusto o capricho que les sale demasiado caro. Digo que hay que ir a Malvinas con equipos de fútbol de muchachos argentinos e ir con planteles femeninos de hockey allá a competir. Cupido se va a encargar del resto, se van a poner de novios, van a darse casamientos y así despacio, despacio y si ejecutar un solo tiro vamos a recuperar las islas”. |
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