El Malvinense accedió al informe de presentación de 64 carillas, donde Gran Bretaña incluye a gran parte del Atlántico Sur como propio. En las aguas de Malvinas, no se extendieron hacia el continente. Además, respeta el marco legal del Tratado Antártico, exclamando que se preserva de incluir dentro del reclamo, a la zona antártica.

Existe una superposición de reclamos. Se inicia un nuevo conflicto en Malvinas. Pues Argentina está reclamando una zona, que también reclama Gran Bretaña. Esta vez no hay armas, el conflicto es diplomático, y dependerá de la inteligencia y estrategia de cada parte. Quien "juegue mejor", se quedará con más territorio. Argentina tiene más chances, pues ese territorio le pertenece, no sólo por historia, sino también que puede probarlo por datos físicos y geológicos. Los mapas y cartografías no mienten, y será deber de Cancillería Argentina, defender el nuevo atropello británico en nuestro Atlántico Sur. Por otro lado, Gran Bretaña cuenta con una ventaja: los funcionarios que representan los intereses argentinos, no están realmente comprometidos en la defensa de la soberanía nacional.

Hay en juego millones de kilómetros cuadrados de riquezas naturales y de soberanía.

Si bien los datos y fundamentos presentados ante la CONVEMAR, organismo dependiente de la ONU, serán públicos recién cuando se inicie del debate a fines del mes de septiembre, ya puede saberse que zona reclama Inglaterra.

La ampliación británica incluye la circunferencia total de 350 millas de las Islas Georgias y Sandwich del Sur. No así, en Malvinas. Dado que si los ingleses hubieran decidido expanderse hacia el oeste tomando como base las Islas Malvinas, hubieran tocado territorio donde Argentina ejerce plena soberanía, el propio Mar Argentino e islas de la provincia de Tierra del Fuego.

Audaz fue entonces la propuesta inglesa, para no generar alboroto a nivel internacional. El inconveniente es que no explica los motivos por los cuales no reclama esa región, si supuestamente las islas son inglesas, ¿por qué no ejercer o reclamar por lo que se cree propio? En la presentación del día de hoy, incluye un párrafo donde aclara que su deseo es "no perjudicar ni reclamar los límites ya establecidos entre Gran Bretaña y el resto de los países".

Y recalca rotundamente, "Gran Bretaña no tiene duda alguna de su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y sus aguas adyacentes".

Gran Bretaña, como estado ribereño, presenta a las islas del Atlántico Sur, como territorio de la Corona Británica. Se apega al artículo 76 de la CONVEMAR, y con esta última presentación, finaliza una serie de cuatro, incluyendo esta última, donde reclama ampliar su soberanía en gran cantidad de islas de todo el globo, donde ejerce soberanía efectiva.

La Antártida

Respecto a la zona antártica, como se había explicado en notas anteriores, Gran Bretaña se ha reservado el derecho de reclamar por la región antártico reservándose a realizar algún reclamo a futuro. Respetando así, la letra del Tratado Antártico, que en uno de sus artículos prohíbe que los estados puedan realizar nuevas presentaciones de las ya pactadas. Por ello es que todos los países que poseen pretensiones en la Antártida, se han reservado el derecho a reclamar a futuro, no incluyendo en estas presentaciones, a sus sectores antárticos. Sin embargo Australia y Noruega si realizaron presentaciones en sus regiones antárticas, pero con la salvedad expresa de que no se tomaran en cuenta.

Argentina realizó la presentación en su zona antártica, pero aún se desconoce si realizó o no, la salvedad respectiva. Pues de no hacerlo, podría ser sancionada por violar el Tratado Antártico y su presentación ante la CONVEMAR, podría ser objetada por algún país interesado (ej. Inglaterra o Chile).

¿Que pasará de aquí en más?

Con la presentación británica, ahora ambas naciones (Argentina y Gran Bretaña) pueden comenzar a estudiar, analizar y objetar las presentaciones y reclamos presentados por cada estado. Hasta ahora los estudios argentinos no han sido rechazados. El próximo 13 de mayo vencerá el plazo para el resto de las naciones que deseen expandir sus zonas marítimas. A fines de septiembre de este año, comenzará el debate, donde cada nación deberá exponer los fundamentos en que se basa su reclamo.

Se calcula que el debate se prolongará hasta 2011. En la zona de Malvinas, donde ya hay una superposición de presentaciones, renacerá el conflicto por Malvinas en la escena internacional, pues será la ONU quien deba arbitrar para dirimir el conflicto.

El éxito del reclamo argentino, dependerá de las tareas que se han realizado para presentar los estudios físicos y geológicos; y las estrategias y fundamentaciones jurídicas de Cancillería.

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