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LONDRES.- Los gurkas, mercenarios nepaleses que sirvieron a la Corona británica en varias contiendas, reclamaron el derecho a residir en Gran Bretaña. “Alguien que está dispuesto a morir en combate por un país debería tener derecho a instalarse en él”, sostuvo el abogado de varias decenas de ellos, David Enright, ante el tribunal de inmigración. Una veintena de veteranos asistió a la audiencia en silencio, luciendo sus gorros y medallas de guerra.

Desde 1815, más de 43.000 gurkas, conocidos como “los valientes entre los valientes”, han caído sirviendo a la corona británica, casi un tercio de ellos en las dos guerras mundiales y en el conflicto de las Islas Malvinas, en 1982. Según las crónicas, en Malvinas sufrieron numerosas bajas, ya el batallón nepalí marchaba delante de las tropas británicas.

Actualmente casi todos los gurkas, previo renunciar a su bandera, pueden vivir en Gran Bretaña como cualquier soldado británico. Sin embargo, los 2.000 que se jubilaron antes de 1997 dependen de la voluntad de los funcionarios de inmigración, que han rechazado unas 400 demandas alegando que los solicitantes no mantenían vínculos fuertes con Gran Bretaña.

Unos 3.500 gurkas sirven todavía en el Ejército británico. Son expertos en el manejo del sable “kukri”. En marzo obtuvieron las mismas condiciones de jubilación que los militares británicos.

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