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Fuente: IAR Noticias | 09/09/08 |
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EEUU suspende su pacto nuclear con Rusia mientras Sarkozy negocia en Moscú | ||
Primeras grietas en la alianza occidental: La UE se "desmarca" de Washington y reconoce su dependencia energética a Moscú. Mientras Sarkozy y la UE negocian un acuerdo con Sarkozy en Moscú, y en lo que ya se considera como una primera medida de sanción concreta por su ofensiva militar EEUU canceló este lunes su acuerdo de cooperación nuclear con Rusia, que estaba pendiente de aprobación en el Congreso .Como consecuencia, "no hay base para seguir planteando este acuerdo", explicó el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, en su conferencia de prensa diaria. La decisión de la Casa Blanca muestra las primeras grietas de la alianza EEUU-UE mientras Moscú abre un nuevo frente de conflicto enviando barcos de guerra al Mar Caribe para realizar ejercicios militares con Venezuela. "Tomamos esta decisión con pena. Desafortunadamente, dado el ambiente actual, no es el momento adecuado para este acuerdo. Revaluaremos la situación más adelante mientras seguimos los acontecimientos (en Georgia) de cerca", señala el comunicado de la Casa Blanca. El acuerdo con Rusia buscaba eliminar los límites al comercio impuestos desde la época de la Guerra Fría y abrir el mercado nuclear civil estadounidense y los campos de uranio rusos a compañías de ambos países. Legisladores del Congreso ya habían cuestionado el pacto antes de la guerra en Georgia. El Gobierno de EEUU informó a Rusia de la decisión del presidente la semana pasada a través de su embajada en Moscú, dijo McCormack. La decisión de Bush se produce dentro del proceso de "revaluación" de sus relaciones con Rusia que inició poco después de que Moscú, luego de la invasión georgiana a Ostetia, tomara el control militar de invadiera a principios de agosto Georgia por una disputa sobre la región separatista georgiana de Osetia del Sur. Mientras la UE, atada por su dependencia energética a Moscú, desechaba la aplicación de sanciones, EEUU se apuró a transmitir que estudiaba medidas contra Rusia por lo que consideraba una ofensiva militar inaceptable y un desafío a la soberanía e integridad territorial de su gran aliado en el Cáucaso. A principios de este mes, comenzaron a crecer las versiones sobre una posible suspensión del acuerdo de cooperación nuclear con Moscú, que Bush envió en mayo al Congreso para su aprobación definitiva. Washington considera que Rusia "ha incumplido los términos del plan de solución" diseñado por Francia en nombre de la Unión Europea. El acuerdo probablemente no lo hubiera podido aprobar el Congreso en lo que queda de año y de mandato de Bush, pero con esta medida el presidente estadounidense pasa de las palabras a la acción, señala este lunes la prensa estadounidense. En las antípodas de la Casa Blanca, y desmarcándose de la ofensiva de Washington, el jefe del Estado francés, Nicolás Sarkozy, aterrizó este lunes en Moscú, como presidente de turno de la UE , para tratar de "convencer" a las autoridades del Kremlin de que "desmilitaricen" el Cáucaso y actúen el "acuerdo de paz" firmado entre Georgia y Rusia con la mediación francesa. A un mes del comienzo del conflicto militar en el Cáucaso, la Unión Europea asume su dependencia energética de Rusia y llegó al Kremlin con una misión imposible: Convencer al Kremlin de que retire sus tropas de las áreas estratégicas que ocupan en el enclave georgiano del eje USA-UE. Sin posturas triunfalistas, bajando el tono de las "advertencias" por la presencia militar rusa en Georgia y distanciándose de las posiciones extremas de Washington, eEl dirigente francés llegó a la capital rusa acompañado del jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. "Somos portadores de la esperanza de 27 países que desean fe, confianza y buenas relaciones", dijo Sarkozy, al comenzar las consultas con su colega ruso. En la rueda de prensa al término de las conversaciones, Medvédev subrayó que el reconocimiento por Moscú de las independencias de Abjasia y Osetia del Sur tiene "carácter irrevocable" y lamentó que la UE no comprenda que es la única manera de garantizar la seguridad de los pueblos de esas dos regiones separatistas de Georgia. Rusia se comprometió a retirar todas sus fuerzas de las zonas adyacentes a Abjasia y Osetia del Sur y aceptar allí observadores de la Unión Europea (UE), a cambio de garantías de seguridad para esas regiones y del inicio de un debate internacional sobre su situación, el cual comenzará el 15 de octubre en Ginebra. "Pienso que en el futuro, la decisión que adoptó Rusia (el reconocimiento de Abjasia y Osetia del Sur) será comprensible para un mayor número de países y nuestro ejemplo será seguido por otros Estados", señaló. Medvédev admitió que persisten las diferencias con la UE en la apreciación de los acontecimientos en el Cáucaso y lamentó que los Veintisiete hayan decidido suspender las negociaciones con Moscú sobre un nuevo acuerdo marco de cooperación. Sin embargo, el jefe del Kremlin indicó que la postura que adoptó la UE fue "bastante equilibrada", si se tiene en cuenta que había puntos de vista "exóticos e incluso extremistas" entre los líderes de sus países miembros. Sarkozy declaró, por su parte, que, si entran en vigor los acuerdos alcanzados este lunes, no ve ningún motivo para que las reuniones entre Rusia y Europa que fueron aplazadas no se reanuden en octubre. "Todo está muy claro. Queremos cooperación, paz, y difícilmente alguien necesita de confrontación entre Europa y Rusia", recalcó. El cambio de postura de la UE en referencia al cnflicto del Cáucaso profundiza la fisura con EEUU y sus países satélites, como es el caso de Polonia, que quieren avanzar en medidas concretas contra Rusia que ha solificado su satu quo de control militar sobre Georgia. En su reunión del 1 de septiembre en Bruselas, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE descartaron acciones económicas contra Rusia y resolvieron lograr lo antes posible la aplicación integral del acuerdo de paz de seis puntos negociado el 12 de agosto que, según Europa, los rusos retrasan con su ocupación militar de áreas estratégicas de Georgia. Mientras tanto Moscú, que luego de solidificar su presencia militar sobre el oleoducto que conduce el petróleo del Caspio a Europa, y de lanzar varias jugadas y desafíos contra la hegemonía del eje USA-UE, decretó unilateralmente la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, hoy mantiene silencio de radio sobre sus futuros pasos en el Cáucaso. El principal objetivo de la reunión, según la Presidencia francesa de la UE, es "lograr fechas precisas, mecanismos y compromisos de Moscú que garanticen el término de la retirada" de las tropas rusas aún presentes en suelo georgiano, fuera de Osetia del Sur y Abjasia. Moscú, por su parte, afirma haber retirado del territorio georgiano a todos sus efectivos y sólo mantener tropas en las zonas de contención cercanas a los dos territorios separatistas, según el "punto quinto del acuerdo". Los rusos, además, denuncian "ambigüedades" (el canciller dijo que Sarkozy hizo firmar "acuerdos diferentes" a las partes) en la traducción del convenio de paz con Georgia para seguir retrasando su total aplicación. "Los rusos quieren que se reconozcan las nuevas relaciones de fuerza surgidas de su intervención (en Georgia). No hay que sorprenderse de que no respeten el acuerdo", juzgó Thomas Gomart, especialista en Rusia del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), citado por AF. Las usinas diplomáticas de la UE, ya han señalado que, en caso de que fracase la misión de Sarkozy, el bloque volverá a discutir sobre una "larga lista" de posibles sanciones contra Moscú, entre ellas la anulación de la cumbre Rusia-UE del 14 de noviembre. La nueva "misión" de Sarkozy en Moscú se produce en un escenario de conflicto "estancado", con un stau quo de control militar ruso sobre la región, y cuando la UE, atada por sus compromisos energéticos con Rusia, comienza tomar distancia de la estrategia "dura" de Washington. "Estamos dispuestos a buscar una relación con Rusia antes de que sea demasiado tarde", precisó Bernard Kouchner, el ministro de Exteriores de Francia, quien reiteró que "no es hora de sanciones". "La relación de la UE con Rusia es muy importante. La UE necesita a Rusia, y no menos Rusia a la UE", señaló Solana, quien identifica como interés prioritario europeo la vertiente energética y presenta a la economía occidental como el gran aliado de Moscú. El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Nabuo Tanaka, advirtió esta semana que la "UE depende en un 30% de las importaciones de gas y petróleo de Rusia". La dependencia del gas ruso es especialmente sensible en algunos países de la zona del euro, y está provocando serias divisiones internas por la búsqueda de soluciones individuales por parte de algunos países. Esta dependencia alcanza el 100% en Finlandia y Eslovaquia; y más del 70% en Bulgaria, Lituania, República Checa, Grecia y Austria. Alemania e Italia, con una dependencia del gas ruso del 40% y el 30%, respectivamente, desarrollan los proyectos de gasoductos North Stream, a través del mar Báltico, y South Stream, que cruzará el mar Negro para asegurarse su propio suministro. Ambos proyectos, que con la importante participación del gigante Gazprom reforzarán la capacidad exportadora rusa, han creado profundo malestar en países como Polonia, que se han visto marginados de los mismos. El primer ministro polaco, Donald Tusk, pidió ayer replantear el North Stream, que une Rusia con Alemania. En su opinión, "los europeos deben preguntarse cómo independizarse de los suministros de petróleo y gas rusos". Sarkozy afirma que hay que seguir "insistiendo en la solución política y no militar, ni siquiera de la OTAN", lo que algunos observadores interpretan como la voluntad de "acabar con el seguidismo de EE UU". La canciller alemana, Angela Merkel, expresó ayer una moderada confianza en las gestiones de la misión que encabeza Sarkozy. "Tengo esperanzas", señaló la canciller, "que el presidente francés progresará un poco en aclarar el plan de seis puntos cuando visite Moscú como presidente de la Unión Europea". En las antípodas, los socios europeos más pro-EEUU, cifran sus esperanzas en el gasoducto Nabucco, que debe unir la región del Caspio con Europa, rodeando a Rusia, que recibió l.a bendición del vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, en su reciente gira por Georgia y Ucrania. El Nabucco, según los expertos, que debería estar operativo en 2013, tendrá una capacidad de 30 bcm (miles de millones de metros cúbicos) anuales, y unirá Turquía con Austria. Conectará con las conducciones ya existentes entre Erzurum (Turquía) y Sangachal (Azerbaiyán) que transitan por Georgia. Este es uno de los puntos "críticos" que suma presión a la guerra de Rusia y EEUU por el control de las redes de la energía en Eurasia. En este escenario -dicen este lunes analistas rusos- la presencia de Sarkozy en Moscú -mientras Washington suspendía su pacto nuclear con Rusia- revela claramente una primera grieta en la alianza occidental cuya influencia futura sobre la guerra energética en Eurasia todavía no aparece clara.
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