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Fuente: Harry Magazine | 02/10/07 |
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Cono Sur, Defensa y Fuerzas Armadas | |||
1.- ¿Seguridad
Aérea? Se registró la sexta denuncia en dos meses sobre una “cuasi-coalición” entre dos vuelos aéreos. El pasado viernes 17 se difundió un incidente ocurrido en la tarde del jueves, cuando un avión de LAN Chile que había recibido la orden de despegue debió volver a la plataforma porque el piloto advirtió que otra aeronave —un Boeing de Mexicana Líneas Aéreas que en ese momento estaba siendo remolcado— se disponía a cruzar la misma pista de Ezeiza.
Frente a este estado público de la cuestión, Los gremios aeronáuticos, la Fuerza Aérea y la empresa chilena reconocieron la "cuasi colisión".
César Salas, Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo (ACTA), afirmó: "Esto ocurrió porque el personal de pista y los controladores estaban comunicados por radio, pero trabajando en distintas frecuencias. Hubo una descoordinación. Existió el error humano, pero resulta imposible trabajar en las condiciones de presión como lo están haciendo nuestros compañeros".
El Comando de Regiones de la Fuerza Aérea, a través de un Comunicado Oficial, achacó el incidente a un error humano y le apuntó al controlador Oscar Díaz, quien (según el escrito firmado por el brigadier José Antonio Alvarez) "fue relevado de la torre de control y se iniciaron las investigaciones correspondientes ya que, prima facie, todo indicaría que hubo negligencia por parte del citado controlador".
En otro comunicado de prensa, fuentes de defensa reconociendo el reemplazo temporal de los controladores protagonistas de incidentes hasta tanto se determine sus responsabilidades, su reemplazo por otros operadores de control y la creación de comisiones de trabajo para regularizar el tránsito aéreo. En el veinticinco aniversario de la guerra del atlántico Sur, nuevos documentos desclasificados por Gran Bretaña y la historia de la guerra publicada por sir Lawrence Freedman, The Official History of the Falklands Campaign, revelan cómo los británicos encararon lo que juzgaron, con acierto, la batalla decisiva por Malvinas: establecer una cabeza de playa en las islas para llegar por tierra a Puerto Argentino.
Según narra Freedman en el libro de reciente aparición, el factor sorpresa fue el elemento que más coadyuvó en este despliegue, ya que "Se necesitaba buena inteligencia sobre los preparativos argentinos y que el enemigo no supiera los preparativos británicos y, en especial, que estuviera mirando en otra dirección cuando llegara el momento crítico".
El libro da cuenta de los datos de inteligencia que las tropas británicas tenían sobre las argentinas, y de la existencia del distractivo operativo “Tornado”, que tenía por cometido crear la sensación de que el desembarco sería cerca de Puerto Argentino: hubo bombardeos de hostigamiento en esa zona y comunicaciones y actividad aérea falsas.
El único en advertir la potencialidad de un desembarco en San Carlos fue el entonces general Isidro Cáceres (fallecido en 1990), miembro del Estado Mayor Conjunto en las Islas, y que aconsejó en esa oportunidad enviar tropas a la Bahía de San Carlos porque pese a los "pocos datos disponibles" tenía la certeza de que allí se produciría el desembarco inglés.
Según reza el medio consultadoi para este informe: “Al menos diecinueve naves británicas de guerra, transportes de tropas, cruceros y fragatas se desplegaron a la medianoche del 20 al 21 de mayo en el estrecho de San Carlos. Las primeras tropas que desembarcaron se toparon con el Regimiento 25 de Infantería, al que habían bombardeado desde el mar y con morteros. Las tropas argentinas rechazaron rendirse y perdieron a doce hombres y a otros nueve que cayeron prisioneros. En su retirada, cuenta Freedman, "trabaron combate con un Sea King, que logró escapar, pero derribaron dos Gazelles. Dos pilotos y un tripulante resultaron muertos, uno de ellos baleado en el agua".
Y continúa: “A las 9.15 de esa mañana del 21, un telegrama, que se publican aquí por primera vez, informaba al general Mario Menéndez, gobernador militar de Malvinas: "Intento desembarco sobre Zona San Carlos. Enemigo combate con propios efectivos. Cinco buques en Zona Norte Canal San Carlos. Bombardeo naval sobre Darwin 0900hs. Bombardeo aéreo zona reserva. Fuera de combate un helicóptero Chinook y un Puma Posiblemente un UH 1H 0900 hs. Se solicitó urgente apoyo aéreo al continente a las 0800 hs". Cinco horas después le llegaba un télex del comandante del Cuerpo de Ejército V, general Jorge García: "A requerimiento Fuerza Aérea Sur solicito informe si se ha concretado desembarco enemigo zona aproximada y ubicación propia tropa próxima, a efectos previsión apoyo aéreo directo”. El pasado lunes 21 la Asociación de Controladores Aéreos, a través de su presidente César Salas, denunció "una presión militar jamás vista" para evitar que los vigiladores del tráfico aerocomercial revelen irregularidades. Simultáneamente, y según fuentes del medio consultado para este informe, una federación internacional consideró necesario reducir vuelos en Argentina para evitar un "accidente serio".
A la hora de delinear las debilidades que ocasionan estas polémicas, las entidades remarcaron que el inconveniente principal que afecta la seguridad de la aeronavegación es la falta de un sistema de radarización en la zona metropolitana y la aparatología "obsoleta" que se utiliza en otras bases aéreas del país.
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