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Carta de Delicia Giachino a Nelson Castro por "mujeres invisibles"
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Carta abierta de la madre del primer héroe caído en combate al periodista Nélson Castro, en respuesta a entrevistas a enfermeras de 1982, en el marco de la presentación del libro "mujeres invisibles"... MENDOZA 5 JUNIO 2015 Dr. Nelson Castro: En su muy visto programa "El juego limpio"
de ayer penetró usted en un tema por demás doloroso, cuyo
alcance seguramente no llegó a evaluar, como comunicador y especialmente
como médico. Presentó a dos mujeres que ostentan uno de
los títulos más nobles y sacrificados que puede ostentar
una mujer: enfermera. Tengo en mi poder y en mi corazón, el relato de los últimos momentos de mi hijo, el SR. CFIM(PM) D. Pedro Edgardo Giachino, que me enviara la enfermera inglesa que lo recibió, todavía con vida en el hospital de las Islas donde fue atendido con el mayor profesionalismo y humanidad, allí esa enfermera sosteniendo con sus manos como en oración las manos del soldado, sintió su postrer entrega... Y a ella me une a través de la distancia y de los años, un profundo sentimiento de agradecimiento porque, seguramente en esa mano, el hombre sintió el calor de los amores que dejaba... ¡Cuántos soldados en Malvinas habrán
recibido ese bálsamo de amor de una mano de mujer en su dolor! Porque Dr. bien sabe usted que se mata de distintas maneras y no solamente con la violencia física. Existe una muerte secreta y amarga que viven en estos momentos de una Argentina irreverente, miles de mujeres cuyos hombres, son vilipendiados, despreciados, calumniados, por haber ofrendado sus jóvenes vidas en defensa de su PATRIA. Soldados y oficiales argentinos que merecen los mayores honores, son hoy tratados de torturadores, ladrones, asesinos, cobardes y el título que les faltaba, usted lo largó ufanamente, sin la risa forzada a Nelson K, abusadores de enfermeras en plena guerra. ¿Sabe a cuántas mujeres lastimó
con su actitud? ¿Cómo pudo usted, que hizo un juramento
de salvar vidas, mancillar el recuerdo de esposas, hijas, novias, madres,
cuyo dolor jamás fue reconocido en su grandeza y por el contrario
rebajado por mentiras y embustes, agregar ahora el estigma de la degradación
sexual de sus hombres? Las señoras enfermeras que invitó y que
fueran ultrajadas por sus superiores, según sus testimonios,
no merecían esa exposición degradante. Debo aclarar asimismo,
para evitar conclusiones malintencionadas y delitos insinuados, que
durante el conflicto las enfermeras recibían a los heridos en
el barco hospital, sin bajar a tierra, y que cientos de relatos de oficiales
y soldados, dan cuenta de la caridad y excelencia conque fueron atendidos... Debo agregar que estos "defensores de la verdad",
en Diciembre de 2010, tuvieron la valentía de amenazarme dos
veces, por mi insoslayable deber de inmortalizar la CAUSA MALVINAS,
no solo por haberla penetrado en todo su dolor, sino porque una Patria
sin santos ni héroes, es bastión de mercenarios y falsos
profetas. MARIA DELICIA REARTE DE GIACHINO |
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